Para diciembre se alista la inauguración del Academy Museum dedicado al cine

NUEVA YORK.- El museo de la cinematografía en Hollywood está a punto de convertirse en realidad, pero, a menos de 12 meses desde la inauguración, los libros de cuentas del Academy Museum de Los Ángeles diseñado por Renzo Piano todavía están «debajo» de los cien millones de dólares, así lo anunció el nuevo director Bill Kramer en una entrevista con Variety.

Pospuesto varias veces, pues su apertura debería haber sido en 2017, finalmente hay una fecha para el corte del listón inaugural, tal como lo anunció en la noche de los Oscar Tom Hanks, copresidente de la campaña de recaudación de fondos. La cita para la inauguración está prevista para el próximo 14 de diciembre.

Kramer, quien asumió el cargo el pasado 1 de enero después de una brusca partida de su predecesor, Kerry Brougher, está trabajando en las primeras exposiciones, una dedicada a la colección de recuerdos del cine de Spike Lee, y la otra, a para recaudar los fondos que faltan. Hoy, el museo ha lanzado una oferta de bonos que debería elevar el presupuesto a 450 millones, 200 millones más que lo que inicialmente fue presupuestado.

«Con tasas de interés tan bajas nos pareció lo correcto», explicó Kramer a Variety, y también estimó que el museo podría ser financieramente independiente de tres a cinco años.

El nuevo museo está en construcción, no lejos del Los Ángeles County Museum of Art. Será el primero en la ciudad de Hollywood dedicado al presente, pasado y futuro de la industria del cine. Habrá una donación del director George Lucas para permitir a los niños menores de 17 años entren gratis. «Nuestro objetivo es ser autosuficientes a través de una combinación de ingresos, de restaurantes, tienda y recaudación de fondos y un robusto programa de membresía: aún no hemos abierto y ya tenemos tres mil miembros», dijo Kramer.

En la programación, por otro lado, aseveró que ningún tema será tabú.

«La industria del cine tiene una historia complicada», dijo.

En el proyecto de Piano, las dos almas del museo coquetean entre ellos, solo tocándose, gracias a los corredores aéreos que conectan el ala histórica obtenida en la sede 1939 de los grandes almacenes May transformado en espacios de exhibición, y el «buque volador» del cual se sube al teatro desde miles de asientos.

El edificio May, renombrado en Saban por el nombre de la familia que ha contribuido con 50 millones de dólares en la campaña de recaudación de fondos, es un ejemplo del estilo Streamline Modern, que conserva el modo con la que la gente en 1939 imaginó el futuro.

Así, dará la bienvenida a recuerdos como los zapatos de rubí de Dorothy en el Mago de Oz o el modelo de «alunizaje» de 2001: Odisea en el espacio, convirtiéndose al mismo tiempo en una «fábrica» de cine en su dimensión experimental y tecnológica.

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