NUEVA YORK.– LIZA MINELLI celebrará este día sus 75 años de vida de manera virtual, pero a las ocho de la noche (hora de Nueva York) la plataforma Estelar se iluminará para un gran espectáculo en su honor concebido por el productor Daniel Nardicio, con dinero donado a la caridad. Entre los grandes que han garantizado su participación y que representan las tres carreras de la diva (música, teatro, cine), serán: Joel Grey, Lily Tomlin, Catherine Zeta-Jones, Chita Rivera, Joan Collins, Harry Connick Jr, Ute Lemper, Billy Stritch, Sandra Bernhard, Mario Cantone, Tony Hale, Coco Perú, John Cameron Mitchell, Andrea Martin, Seth Sikes y Neil Meron.

«Estoy emocionado de poder hacer esto por Liza y sus amigos y fans -anunció el productor Daniel Nardicio-. Es una noche para decir todos juntos en total seguridad y cumplimiento de las reglas: todos amamos a Liza».
Renacida de sus cenizas al menos tres veces en su vida, protagonista y testigo de edades muy diferentes del espectáculo americano, LIZA MINELLI nació en Los Ángeles, en 1946, hija de una diva de medio corazón como Judy Garland y una de los mejores directores de su época, Vincent Minnelli.
La pequeña Liza tuvo que fortalecerse desde una edad temprana para hacer frente al distanciamiento de su padre y los vaivenes emocionales de su madre, presa del alcohol y las drogas que a menudo la hacían incapaz de cuidar de sus tres hijos, dos de ellos los medio hermanos de Liza.

A los 16 años, su madre la empujó al escenario de Broadway, consiguiendo un papel en el musical Best Foot Forever (1963) y al año siguiente hizo duetos con Judy Garland en Londres en un concierto que permanecería en los anales. En Europa conoce al cantautor australiano Peter Allen, quien será el primero de sus cuatro maridos.
De su madre heredó el carácter tenaz y sulfuroso, de su padre la elegancia innata, el sabor de la belleza y el amor por el cine. Cuando Liza sea una estrella, se encontrarán en Roma en el set de Nina (1976), el homenaje de Minnelli a esa Italia de la que la familia es originaria de Palermo y a un cine felliniano que añade imaginación y sueño.
Si Liza Minnelli se impone en la sala de grabación y en el escenario muy pronto, en ambos casos a principios de la década de 1960, el cine realmente le da la bienvenida sólo en 1969 con Pookie de Alan J. Pakula, que le valdrá su primera nominación al Oscar.
Su filmografía es más que selectiva – sólo 15 títulos – y en su mayoría no memorable, mientras que el camino entre el teatro y la música está salpicado de premios: seis Emmy-Grammy. Pero sólo se necesitan dos películas para entrar en la leyenda de Hollywood: gracias a Bob Fosse (que luego lo tendrá en el teatro para Chicago) ganó el Óscar a la Mejor Actriz de 1973 con Cabaret, cuyas canciones siguen siendo muy populares incluso hoy en día.
Cinco años más tarde, en 1977, fue Martin Scorsese quien la llamó junto a Robert De Niro en Nueva York, Nueva York. Será un triunfo para los dos: la canción guía, dedicada a Manhattan y escrita por John Kander para la película, sigue siendo un símbolo inoxidable de la Gran Manzana y la portada grabada por Frank Sinatra en 1980 sólo ha revivido su mito.
En estas dos películas Liza Minnelli propone una carga vital, una espontaneidad contagiosa hecha de fragilidad y orgullo que se mueve desde la primera toma y que atrae a personajes destinados a convertirse en iconos. Esta eterna niña que ha pasado por una carrera siempre y cuando su vida entre momentos emocionantes y profundidades desesperadas sea intrépida, bajando los mismos pasos que su madre entre múltiples adicciones y asistencia psicológica, para regresar cada vez más fuerte.

La última vez que se dejó ver Minelli en Italia fue en el Festival de Verano de Lucca en 2014, mientras que en televisión apareció hace un año en la popular serie The Great British Sewing Bee. Pero en la imaginación de todos sigue siendo la ingenua Francine, la que se deja seducir por el genio del saxofonista Jimmy Doyle y que como crisálida se convertirá en una mariposa que sólo se aleja de él para convertirse en diva y cantante en las notas de ese tema de Nueva York, Nueva York que Jimmy había compuesto para ella mucho antes.

Liza Minnelli, a sus 75 años, es una mujer de hoy, pero su carisma e icono pertenecen a otro momento, el de ese Hollywood que nunca volverá.

CON INFORMACIÓN DE ANSA
TV&SHOW/ Rondero’s Medios
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