«Roma» de Cuarón, revive a ZOVEK

«La cosecha siempre debe ser superior a lo que se siembre» ZOVEK

«Roma», de Cuarón, ha causado gran expectativa desde el inicio de su filmación en el otrora Distrito Federal.

La víspera de su estreno en México ha generado comentarios que van desde los xenofóbicos -expresados por algunos pocos «malinchistas» contra Yalitzia Aparicio, su protagonista oaxaqueña-; el reconocimiento al talento histriónico de la misma -hecho en eventos internacionales-; la excelencia del guión -entre sus demás elementos cinematográficos-; hasta las justas apreciaciones en torno al Increíble Profesor ZOVEK –quien es «revivido» como el icono popular de la generación del cambio-.

Jairo Calixto Albarrán, articulista del periódico «Milenio» escribió: «Lo del Profesor ZOVEK sí me llega».

Leo Zuckermann, comentarista de política en Televisa, publicó en el diario «Excélsior»: «…mi total aplauso a la aparición del Profesor ZOVEK…Cómo no evocar a este personaje tan vernáculo en aquellas épocas». (Vernáculo: Que es propio del país o la región de la persona que se trata).

Han transcurrido cincuenta años del surgimiento del Profesor ZOVEK; cuarenta y nueve de su primera aparición en el Canal 8 de Televisión Independiente de México (TIM); cuarenta y ocho de su debut en el Canal 2 de TeleSistema Mexicano (TSM); y cuarenta seis de su trágico fallecimiento.

Cinco décadas para resurgir en «Roma», preámbulo -anhelamos-, de un reconocimiento mayor a su obra y trayectoria.

Si bien es cierto que los programas de televisión en los que ZOVEK se presentaba eran transmitidos a color y que las dos películas que estelarizó también fueron filmadas a color, debo señalar que la mayor parte de las publicaciones periodísticas de aquel entonces sólo difundieron fotografías suyas en blanco y negro.

Un blanco y negro acorde con el expectante film de Alfonso Cuarón.

Un blanco y negro que necesariamente devendrá en el colorido reflejante de una historia digna de ser conocida por las nuevas generaciones, y evocativamente disfrutada por los sobrevivientes del siglo pasado.

Definitivamente, la vida increíble del Profesor ZOVEK, es única en nuestro país y me atrevo a decir que en el resto del planeta.

Una existencia fuera de serie por, entre muchas otras cosas: Haber superado en su infancia la poliomielitis, haberse convertido en el artista-deportista ejemplar de millones, y haber establecido récords mundiales hasta hoy insuperables (como los 17 mil 850 abdominales que ejecutó durante 8 horas continuas frente a las cámaras de televisión).

ZOVEK fue, desde su juventud, un reconocido profesor de muchas disciplinas (natación, artes marciales, yoga, ballet acrobático y acondicionamiento físico).

ZOVEK dejó indeleble huella en la memoria colectiva del mexicano, no sólo con su corta aparición televisiva (poco mas de dos años) y cinematográfica(únicamente dos largometrajes), sino también por  su abrupta desaparición (cuando apenas tenía ¡veintinueve años de edad!).

Si, murió muy joven y, hoy, contundente puedo decir que sólo se muere cuando se olvida.

«Del mundo de lo imposible, de lo desconocido, vuelve a la vida», parafraseando los carteles publicitarios de su película «El Increíble Profesor ZOVEK»

Él es de esos seres humanos que se precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar.

En el diario «La Razón», sobre el libro «La muerte de los héroes» del escritor Carlos García Gual, comentaron:

«La muerte de los héroes» evoca una reflexión certera y melancólica, pero no carente de cierto humor filosófico, sobre lo efímero de la existencia humana. Los héroes son hombres elevados a su máxima potencia, en tanto realizan hazañas más allá de los límites humanos. Pero no son dioses y están sujetos a los inefables designios del destino. Algún día han de morir».

«A la épica le interesa su momento de gloria (kleos) y a la tragedia su sufrimiento (pathos)».

«El autor sondea las fuentes más recónditas para encontrar un sinfín de episodios pintorescos sobre la manera en la que mueren los más famosos héroes: Ulises, asesinado por un hijo desconocido, Aquiles, flechado por un dios o un hombre, Orfeo, despedazado por mujeres, y Jasón, aplastado por el mástil de su legendaria nave en el desguace».

«Eso nos recuerda que los héroes no pueden morir de vejez en el lecho, como lo que se consideraría ayer y hoy el término de una vida feliz para un mortal ordinario».

«Ellos, que han nacido en circunstancias excepcionales y, marcados desde jóvenes por signos de su destino, han realizado su hazaña, han de recibir también una muerte señalada, espléndida, paradójica o, en todo caso, difícil de olvidar, que inm#maliortalice su peripecia heroica y les haga perennes para la memoria colectiva».

«El héroe se consagra en ese momento último. Y la muerte con honor se busca como consagración, un morir joven, bello, glorioso y en combate, como Aquiles y Héctor. Nadie los imaginaría viejos e inválidos».

ZOVEK murió joven, en un espectáculo público, de forma increíble.

Esperamos que Alfonso Cuarón o algún otro notable del séptimo arte justiprecie esta historia.

¡Como el héroe increíble, así queremos que se recuerde al Profesor ZOVEK!

Por: Carlos Hernández Valdés, el Amigo de Siempre.

Rondero’s Medios / TV&SHOW

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