No lo busquen, que…
hasta Cuba ya ni se ve
arriba de las nubes va un avión
con mi merca”.
Tema “La buena vida”.
En la historia de Televisa desde 1973, sumándole los años de haber sido Telesistema Mexicano, nunca su canal estelar, el familiar 2, y luego el Canal de las Estrellas, los telévoros nos habíamos quedado viendo “estrellas” con la transmisión de LA PILOTO (lunes a viernes, 21 horas), cuyo estreno ocurrió en Univisión pero cuya manufactura y target eran inicialmente para una plataforma como Blim, producida por el socio Univisión y realizada por los hermanos Rovzar de Lemon Studios.
Pero como las audiencias –en especial los jóvenes- desairan a la telera abierta y todo mundo anda urgido por conquistar al Dios Rating, LA PILOTO cambió de rumbo, y con aterrizaje forzoso invadió terminal de las Estrellas, con todo y su séquito de aeromozas prostituidas y delincuentes, narcos enamorados, violadores al acecho, policías de caricatura, y detectives chafas, como si los telévoros no tuviéramos suficiente con las noticias en el día a día de este México con profunda descomposición social.
Y si la delincuencia organizada y hasta la desorganizada como en esta serie, todo lo han corrompido, por qué no las y los azafatos, los pilotos y las líneas aéreas. Claro que, faltaba más, en “La Piloto” la aerolínea tranza no es mexicana y lleva por nombre: Centroamérica Air.
Lavado de dinero, nexos con el crimen y dinero sucio, son traídos y llevados vía aérea y en manos –o en las piernas- de las y los azafatos, a quienes la producción de “La Piloto” visten –y desvisten- como monitos de aparador y según sea el cliente.
En esta producción que tiene como “asesora” a María Fernanda Beteman y está dirigida por Álvaro Curiel, Rolando Ocampo y David Ruiz, destaca en la entrada el diseño gráfico y la animación de Javier Canto y Rodrigo Font.
Las aeromozas de microfalda y escote al vacío, comandadas por Yolanda Cadena (Livia Brito), cuyo sueño desde niña ha sido pilotar un avión, se vuelven realidad al ser las “mensajeras” de los narcos…Y lo mejor sin estudiar ni quemarse las pestañas, ni acumular horas de vuelo, ni ser profesionales y competitivas. Finalmente, y es el patético mensaje de esta serie que nos advierte: “Está basada en hechos reales, es una obra dramática pero no pretende ser un relato de todos los hechos”, el mejor maestro para una joven es tener un narco al lado, que además la convierta en su amante, y que su hermanito suelte al aire y en horario familiar: “¡Hija de su pinche madre, qué bonita estás! (sic).
No alcanzaría este Telévoro para enumerar la cantidad de groserías “ad libitum” que sueltan los estereotipados personajes de “La Piloto”, como Lucio (Arap Bethke), el capo propietario de “La Piloto”, quien de cariño le llama “morra” y después le suelta a rajatabla: “¿no te han enseñado que nada en la vida es gratis?”.
Violada por su “padrino” y quien todavía la persigue, esta Piloto no sabe a qué hora despegar y cuando aterrizar. Ella quiere lograr su “sueño” a costa de lo que sea. “En este país sabemos –dice Yolanda (Livia Brito)- que la policía no es muy eficiente que digamos” (sic).
Con las actuaciones de Arap Bethke (John Lucio), Alejandro Nones (Óscar Lucio), María Fernanda Yepes (Zulima), Verónica Montes (Lizbeth Álvarez), Mauricio Aspe (Arley Mena), además de Stephanie Salas, Arturo Barba, Tommy Vázquez, Macarena Achaga y Juan Colucho, “La Piloto” es muestra clara de un canal que ha perdido su identidad.
No por nada, Zulima (María Fernanda Yepes, una de las sometidas azafatas, le dice a sus compañeras: “Por pendejas estamos así…Pero no te quiero ver zorreándole a Lucio” (sic). “La Piloto”…todo por un sueño.
Ver para creer. Telévoros: ¡Uníos!
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POR ROBERTO RONDERO / TV&SHOW
TV&SHOW 
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