Amenaza de Trump a la industria fílmica con aranceles de hasta el 100 por ciento

WASHINGTON.- La amenaza de DONALD TRUMP de imponer el 100& de aranceles a la cinematografía que se realice fuera de Estados Unidos, fue lanzada al mundo.

Lanzando púas contra su archirrival, el «débil e incompetente» gobernador de California Gavin Newsom, Donald Trump ha evocado una vez más la amenaza de aranceles del 100% sobre todas las películas «hechas» fuera de Estados Unidos.

«Nuestro sector cinematográfico nos ha sido robado por otros países, como los dulces a un niño», escribió el presidente en Truth, en un movimiento que, al menos en el papel, señala el deseo de extender el proteccionismo comercial a las industrias culturales.

Si la amenaza suena familiar, es porque Trump había emitido la misma proclamación en mayo. Entonces como ahora, el anuncio ha creado incertidumbres para los estudios que dependen cada vez más de las coproducciones transnacionales y para los exhibidores que también cuentan con los ingresos de taquilla de las películas internacionales, con la diferencia de que, al menos en el calor del momento, Hollywood ha permanecido en silencio esta vez.

«¡Queremos que las películas se hagan en Estados Unidos otra vez!», dijo Trump en mayo, pero luego no salió nada y en ese momento, en el contexto del aluvión de aranceles contra decenas de países, las palabras del presidente aparecieron como un movimiento más para crear el caos, mientras, unos días después, dos de sus ‘embajadores’ en la meca del cine, Sylvester Stallone y Jon Voight habían producido una carta-manifiesto sobre cómo salvar a Hollywood utilizando el arma de los incentivos fiscales en lugar de los aranceles.

En mayo, el presidente había evocado «un problema de seguridad nacional» también por el «riesgo de mensajes propagandísticos» en películas producidas en el extranjero que llegan a Estados Unidos y no está claro qué llevó a Trump a resucitar la amenaza ahora.

Tampoco está claro qué significa «hecho» o «hecho» fuera de los Estados Unidos. Las películas de hoy son a menudo productos globales que emplean a miles de trabajadores en múltiples ubicaciones gracias en parte a los incentivos que han atraído a directores y equipos en Gran Bretaña, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Europa, un desarrollo que a su vez ha llevado a Newsom a promover una expansión del programa de crédito fiscal cinematográfico del estado con el objetivo de impulsar la producción en Los Ángeles.

Pero no es solo una cuestión de costos: algunas películas se filman en el extranjero porque ahí es donde se desarrolla la historia, mientras que directores como Denis Villeneuve (Dune) y Christopher Nolan (con la próxima Odisea) prefieren filmar al aire libre en lugar de en el estudio. Luego está la cuestión práctica de cómo se podrían aplicar los aranceles a los servicios y no a los bienes materiales: «¿Cómo se detiene una película en la aduana?», comentó Wes Anderson en Cannes, cuya última película, The Phoenician Plot, está rodada en parte en Alemania.

CON INFORMACIÓN DE ANSA

TV&SHOW/ Rondero’s medios