Rocket Man está de vuelta; Elton John festeja sus 78 años con álbum y concierto en Londres

LONDRES.– Un homenaje al cantautor con seis décadas de legendaria carrera, pero muy alejado de la atmósfera del canto del cisne. Rocket Man está de vuelta: ELTON JOHN retornó a los escenarios a los 78 años -acaba de cumplir 78 el 25 de marzo-, para presentar junto a Brandi Carlile, cantautora estadounidense de 43 años, ganadora de múltiples premios Grammy y Emmy, el álbum a dos voces Who Believes in Angels?, que saldrá a la venta el próximo 4 de abril.

Lo hizo en una velada con entradas agotadas en el Palladium de Londres, el templo del West End, y ante un público inmerso en un espectáculo digno de los destellos de los años dorados, que culminó en el final con un par de actuaciones literalmente apasionantes, como ANSA pudo comprobar desde el balcón: a pesar de los problemas de salud de los últimos meses que Sir Elton -a pesar de su andar cojeando o de sus problemas de visión sólo superados parcialmente- pareció sacudirse.

Flanqueados por un compañero que es ante todo «un amigo» y por la contribución sonriente de la súper banda llamada a acompañarlos: desde el guitarrista y productor de las estrellas Andrew Watt, hasta Chad Smith y Josh Klinghoffer, baterista y tecladista de los Red Hot Chili Peppers, pasando por el tándem de los Hanseroth Twins en guitarra y bajo, hasta Andrew Ross y Graeme Flowers en saxofón y trompeta.

Un desfile de estrellas que también se refleja en el público por la presencia de espectadores VIP como Ronnie Wood (Rolling Stones), Lily James (protagonista de Downton Abbey y la versión cinematográfica de Mamma Mia) y otros.

La velada, filmada por CBS y MTV, que la emitirá en Estados Unidos y Reino Unido en las próximas semanas, consistió en un concierto de una buena hora precedido por un talk show en el que Elton John y Brandi Carlile respondieron a las preguntas de Dan Levy, actor canadiense hecho famoso por la serie de televisión Schitt’s Creek.

En la charla con Levy, los dos músicos hablaron de sus veinte años de amistad: fruto de la admiración de Elton por las habilidades vocales, como guitarrista y compositor de Brandi, una auténtica celebridad en la escena americana, pero que aún espera su consagración plena en Europa; así como la devoción de esta última por la superestrella británica, su «héroe» desde la infancia. Una armonía alimentada por el compromiso humanitario común, testimoniada por ejemplo -entre las canciones de Who Believes in Angels?- por Swing for the Fences, escrita por Carlile junto con la galardonada compañía Elton John-Bernie Taupin y dedicada a las dificultades que siente la comunidad LGBT+ en los Estados Unidos de Donald Trump.

Luego se habló de los hijos («Me gustaría ser recordado sobre todo como un buen padre», confesó en un momento dado el músico inglés). Así como el proceso creativo de una obra realizada por primera vez bajo la mirada de las cámaras, en un contexto de convivencia prolongada en el que no faltaron momentos de tensión: «Estaba irritable y no me encontraba bien», dijo John, comentando las imágenes de video de algunos de sus arrebatos con compañeros de aventura inmortalizados en el período más duro para su salud. Siguiendo la gira mundial de conciertos de despedida en vivo.

Momentos sin embargo superados, hasta el epílogo de un disco que algunos críticos anglosajones incluso saludan como uno de los más exitosos de la historia en la rica producción de ambos artistas. Y que ELTON JOHN no ha dudado en comparar con la energía de algunos de sus éxitos memorables «de los 70».

La misma energía resonó desde el escenario del Palladium, cuando pasamos de la palabra a la música, en un concierto marcado por la armonía de dos voces en estado de gracia, así como por el regreso del virtuosismo desenfrenado de Elton al piano.

El espectáculo fue introducido por la interpretación de la canción que da título al próximo álbum, y luego por algunas otras canciones de ¿Quién cree en los ángeles?, un álbum que contiene, entre otras cosas, Never too late, un single ya nominado a los Oscar 2025, o The Rose of Laura Nyro y Little Richard’s Bible, dedicadas por Elton John a dos de sus «ídolos musicales» del pasado; sin olvidar When This Old World Is Done with Me, letra que toca el tema de la muerte y que durante la grabación hizo llorar profusamente al viejo Rocket Man. Y luego dejar espacio para los éxitos del pasado de los dos protagonistas, incluidos los clásicos de John -debidamente cantados a coro por los espectadores- como Tiny Dancer o Your Song.

Pero también a las versiones más íntimas de canciones históricas de otras personas como He’ll Have to Go, de Jim Reeves, y Crazy, de Patsy Cline. Todo coronado por una estruendosa ovación: feliz cumpleaños Sir Elton, no te conviertes en leyenda por casualidad.

CON INFORMACIÓN DE ANSA

TV&SHOW/ Rondero’s medios