ROMA.– James Dean. Vida y pasiones de un mito es el libro del periodista, crítico e historiador de la música Dario Salvatori, que rinde homenaje al actor con motivo del 70 aniversario su deceso, el 30 de septiembre de 1955, a la edad de solo 24 años, en un accidente en una carretera estatal en California mientras estaba al volante de su Porsche. Solo tres películas filmadas fue el legado de James Dean en 18 meses, El valle del Edén de 1955, Rebelde sin causa del mismo año y El gigante (película póstuma de 1956).

La vida de James Dean, una de las figuras más influyentes del cine estadounidense, se apagó repentinamente el 30 de septiembre de 1955 en un accidente automovilístico en California.
DEAN conducía su Porsche 550 Spyder, apodado “Pequeño bastardo”, camino a una carrera de autos deportivos en Salinas. En la intersección de la entonces Ruta 446, cerca de Cholame, un Ford Tudor sedán conducido por Donald Turnupseed se cruzó en su camino. El choque fue casi frontal y devastador.
Los testigos aseguraron que Dean no circulaba a exceso de velocidad, aunque ese mismo día había recibido una multa en Bakersfield por conducir rápido. El impacto le provocó lesiones internas masivas, fracturas en brazos, mandíbula y cuello roto, además de un pie aplastado entre los pedales. Fue trasladado al Hospital Paso Robles War Memorial, donde fue declarado muerto a las 18:20 horas.
A 70 años de su partida, su historia aún conmueve al público y mantiene vigente la leyenda de un ícono cultural.
Según relató su acompañante, el mecánico alemán Rolf Wütherich, DEAN alcanzó a decir antes del impacto: “Ese tipo de ahí arriba tiene que parar; nos verá”. La frase, dirigida a Turnupseed, quedó registrada como sus últimas palabras.
Mientras Wütherich sobrevivió con heridas graves y Turnupseed solo sufrió lesiones menores, el protagonista de Rebelde sin causa perdió la vida en el acto.
El final de una vida y el comienzo de un mito del cine mundial. Con una rica bibliografía de referencia en apéndice, Dario Salvatori ha enriquecido el volumen con un códice que te permite escuchar una lista de reproducción en Spotify, de él curado, con una serie de canciones para James Dean.
«Hay más de cien canciones dedicadas, más o menos explícitamente, a la estrella de Hollywood naciente que dejó de irradiar demasiado pronto», escribe el periodista.
El volumen también está embellecido con un rico conjunto de galería de fotos con carteles de películas e imágenes raras de James Dean: de niño, en blanco y negro, solo, con su y con su padre, pasando del encanto juvenil y el conjunto de sus películas, hasta la estrella colocada en su honor en 1960 en el Paseo de la Fama de Hollywood.
En una sola toma también James Dean con Marlon Brando; en otra, también en blanco y negro, aparece con Anna Maria Pierangeli y en otra foto junto a su amada Úrsula Andress. Y de nuevo el joven James que juega al baloncesto con el equipo de su escuela y en otra imagen un inédito colegial con corbata de sus días de escuela secundaria.
El funeral de James Dean se celebró el 8 de octubre de 1955 en la Iglesia de los Amigos de Fairmount, Indiana. Más de 3.000 personas se reunieron para despedirlo: unas 600 dentro del templo y otras 2.400 en las calles. Los portadores del féretro fueron antiguos compañeros de clase, un detalle que reforzó la cercanía del actor con su comunidad.
DEAN fue enterrado en el Park Cemetery de Fairmount, donde hoy se mantiene un lugar de peregrinaje para fanáticos de todo el mundo.
La noticia de su muerte estremeció a Hollywood. DEAN era visto como la representación de la juventud rebelde de los años 50 y su fallecimiento consolidó esa imagen. La crítica coincidió en que su estilo interpretativo había roto moldes: más que actuación, transmitía un comportamiento humano real.

Martin Sheen, quien años después narró el documental James Dean: Forever Young, señaló que sus películas habían tenido “un profundo impacto” en su generación. El reconocimiento póstumo también llegó en la industria: Dean obtuvo dos nominaciones al Óscar a Mejor Actor tras su muerte, por Al este del Edén y Gigante.
CON INFORMACIÓN DE ANSA
TV&SHOW/ Rondero’s medios


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