Ayer y Hoy

Larga vida al Pato Donald en su onomástico 90

HOLLYWOOD.- Hoy en día es uno de los personajes de ficción más queridos de la historia, pero el éxito del PATO DONALD nació por casualidad. Ni siquiera se esperaba que apareciera en la pantalla más de una vez, y mucho menos se ganara el corazón del público de todo el mundo. Y en cambio, perfectamente en línea con su carácter de chapucero impredecible, ese pato vestido de marinero ha llegado en plena forma a su cumpleaños 90.

El Pato Donald apareció por primera vez en la pantalla en el cortometraje The Wise Hen , estrenado en Estados Unidos el 9 de junio de 1934. Dirigido por uno de los directores más importantes en la historia de Walt Disney Animation Studios, Wilfred Jackson , el corto de ocho minutos formó parte de la serie Silly Simphonies y se basó en el cuento popular ruso La gallinita roja.

El Pato Donald ( Pato Donald , en el original), junto al olvidado Meo Porcello, es un vecino holgazán que se niega a ayudar a la gallina y a sus polluelos primero a sembrar el maíz y luego a cosecharlo, fingiendo un fuerte dolor de estómago. Ambos se arrepienten de su comportamiento cuando la vecina cocina deliciosos platos a base de maíz pero decide no compartirlos con ellos, quienes nunca le han echado una mano.

El Pato Donald fue creado para aparecer exclusivamente en esta película, pero la forma en que el público recibió al personaje llevó a Walt Disney a optar por proponerlo nuevamente. Un par de meses después apareció en Una velada benéfica , junto a Mickey Mouse, y mostró un rasgo que a partir de entonces seguiría siendo distintivo de su personaje: la irascibilidad. Aquí se introducen sus típicos y hilarantes arrebatos de ira, con gritos incomprensibles ( Clarence Nash ya le doblaba entonces y lo hará hasta 1983) y zarpas en el suelo, debido a la frustración y al estar perseguido por la mala suerte. Fue su consagración definitiva: a partir de ese momento, los animadores lo incluyeron en un número cada vez mayor de cortometrajes protagonizados por Mickey Mouse, pero en muy poco tiempo se comprendió que el Pato Donald no podía ser sólo un compañero .

Los espectadores inmediatamente lo reconocieron como similar a ellos y el Pato Donald comenzó a convertirse en una alternativa al «ciudadano modelo» encarnado por Mickey Mouse. El pato vestido de marinero siempre tiene buenas intenciones, es generoso y buen amigo, pero también es distraído, perezoso, de mal genio y envidioso. Y precisamente por eso genera simpatía y empatía en el público. Y es precisamente por eso que fue en él, y no en Mickey Mouse, en quien Walt Disney pensó cuando Robert Horton, director de la Oficina de Manejo de Emergencias, le pidió en 1941 que hiciera cortometrajes que ayudaran a los ciudadanos estadounidenses a comprender la guerra en el extranjero y afrontar de la mejor manera posible los esfuerzos que se les exigían.

Desde The New Spirit , que en 1942 explicaba paso a paso cómo pagar impuestos para apoyar la democracia y derrotar al Eje, hasta Der Fuehrer’s Face (el único corto protagonizado por el pato Donald que ganó el Oscar) que en 1943 denunciaba la forma en que trataba el régimen nazi los mismos ciudadanos alemanes y tenía como objetivo hacer que los estadounidenses se sintieran orgullosos de su país.

El Pato Donald es un americano como los demás: reacciona con una mezcla de egoísmo y buenas intenciones al descubrir que tiene que pagar de su propio bolsillo las armas para derrotar a los nazis y cuando – en el famoso Pato Donald y la rueda pinchada – el neumático del coche se pincha, empieza a repararlo, no a sustituirlo, en ese período en el que el caucho está racionado. Una vez terminada la guerra, el Pato Donald no sólo se labró un lugar especial en el corazón de América, sino que se convirtió en la salvación del entonces joven estudio Disney: entre 1942 y 1945 cesó la producción de largometrajes y el 94% de los cortometrajes las películas se hicieron bajo contrato gubernamental; No es exagerado decir que sin el Pato Donald, Disney no habría sobrevivido a la guerra.

Desde la década de 1930, el Pato Donald también había comenzado a aparecer en los cómics, inicialmente dibujados por Al Taliaferro en tiras independientes que aparecían los domingos. Fue él quien inventó todos esos queridos personajes que forman parte del mundo del Pato Donald y que luego también llegaron a la pantalla: su novia Daisy Duck, sus nietos Qui, Quo Qua, la abuela Duck y su primo Ciccio.

En los años 40 el Pato Donald empezó a aparecer en libros ilustrados, con historias más largas y detalladas, gracias al lápiz de Carl Barks que siguió dibujando al Pato Donald durante toda su vida, hasta el punto de que pasó a ser conocido como ‘el hombre pato’. Fue él quien creó uno de los personajes más queridos de Duckburg , el tío Scrooge, y luego muchos otros como Arquímedes, Rockerduck, Amelia y la banda Dachshund. Todos personajes que regresan en cortometrajes y posteriormente en televisión con series dedicadas al Pato Donald & Co, como Ducktales Quack Pack.

No es de extrañar, por tanto, que el nonagésimo cumpleaños del pato se celebre a lo grande en el mundo del cómic italiano, con la publicación de un número especial de Mickey Mouse (3576) enteramente dedicado al pato Donald y de tres volúmenes, El hombre pato (una colección de obras más significativas del maestro Carl Barks), el Pato Donald (una colección de historias de los autores que contribuyeron a hacer del Pato Donald uno de los personajes más queridos de los cómics de Disney, desde Carl Barks hasta Giorgio Cavazzano, Marco Rota y Silvia Ziche ) y Donald Duck’s House (que celebra la linda casita con techo rojo que ha aparecido en numerosas historias a lo largo de los años y se ha convertido en un lugar familiar para los lectores).

«El Pato Donald -declaró Alex Bertani, director de Mickey Mouse– ha acabado convirtiéndose en un símbolo de nuestro tiempo, encarna admirablemente la relación entre nosotros y la sociedad en la que vivimos, es una de esas figuras que llegan fuertes, ahora de forma indeleble. tallado en el imaginario de la mayoría de los habitantes de este planeta porque el Pato Donald somos todos nosotros, con nuestras fragilidades y dificultades para integrarnos con el mundo que nos rodea, pero siempre con el positivismo de los que no se rinden, de los que. que siguen mirando tenazmente a la vida y al futuro con optimismo y entusiasmo renovado, a pesar de todo.»

CON INFORMACIÓN DE ANSA

TV&SHOW/ Rondero’s medios

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