La hija mayor de Ossy Osbourne, Aimee, figura en la herencia de su padre, no así los hijos de su primer matrimonio

LONDRES.– Cabello castaño suelto, un velo negro en la cara y una elegancia sobria pero impactante, así reapareció Aimee Osbourne en público, atrayendo todas las miradas en el funeral de su padre Ozzy, celebrado en Birmingham. La hija mayor del legendario líder de Black Sabbath, quien falleció el 22 de julio a la edad de 76 años después de una larga lucha contra el Parkinson, siempre ha sido reservada, lejos del clamor del reality show familiar y la escena del rock. Pero esta vez no podía perdérselo.

Fotografiada con su madre Sharon, su hermana Kelly y su hermano Jack, Aimee asistió a la procesión fúnebre que cruzó las calles de la ciudad. Se detuvo en la cubierta dedicada a Black Sabbath, en uno de los momentos más simbólicos de la ceremonia. Junto a ella también Louis, el hijo de Ozzy nacido de su primer matrimonio con Thelma Mayfair Riley.

El cuerpo del ícono de metal descansará en la finca familiar en Buckinghamshire. Pero ahora, se abre un nuevo capítulo: el del legado. Los activos del cantante se estiman en alrededor de 220 millones de dólares, incluidos los derechos musicales, bienes raíces de lujo entre California y el Reino Unido, inversiones e ingresos del reality show familiar. Según algunas fuentes, Sharon Osbourne será la primera beneficiaria: el testamento garantiza su control total del patrimonio hasta su muerte.

Posteriormente, los bienes se dividirán entre los tres hijos de la pareja: Aimee (41), Kelly (40) y Jack (39). Pero los hijos que tuvo de su primer matrimonio, Jessica, Louis y Eliot, así como las hermanas de Ozzy, Gillian y Jean, podrían tener reclamos. No se excluye una posible batalla legal en el horizonte.

A pesar de su ausencia del programa The Osbournes, Aimee no fue excluida por el testamento de su padre. Su parte de la herencia, según los rumores, se desembolsará a través de un fideicomiso: pagos trimestrales hasta los 50 años, cuando también recibirá el capital final.

Entre los legados específicos, Kelly recibirá una parte de la histórica mansión Hancock Park en Los Ángeles, mientras que Jack heredará la casa familiar en California y parte de los derechos de publicación de las obras de su padre.

Fiel a sus batallas hasta el final, Ozzy ha asignado casi $ 190 millones, las ganancias del espectáculo de despedida de Black Sabbath, a organizaciones benéficas, incluidas fundaciones de investigación de Parkinson e instalaciones pediátricas. Sharon, Kelly y Jack han sido nombrados albaceas del testamento, encargados de proteger el legado de una de las figuras más icónicas de la historia del rock.

CON INFORMACIÓN DE ANSA

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