LONDRES.- Sir Roderick David Stewart, conocido por todos como ROD STEWART, cumplió 80 años, con una energía evidente .
STEWART sigue al pie de la letra una frase que se encuentra en la entrada del pueblo de Ogimi, una aldea en la isla de Okinawa, Japón, donde vive la mayor concentración de centenarios del mundo: «A los 90 años, si tus antepasados te invitan al cielo, pídeles que esperen hasta que llegues a los 100. Entonces puedes considerar la propuesta».

Paul McCartney, con 83 años, acaba de finalizar una gira mundial; Mick Jagger, con 82, sigue «bailando como una mariposa y picando como una abeja», como diría Muhammad Alí; Ringo Starr, con 85, fue un sólido y sonriente invitado del concierto final de Paul; y Ron Wood, el «jovencito» del grupo, con 78 años, asistió al concierto de McCartney en Londres, donde tocó, viajando en metro.
Evidentemente, para quienes eligieron vivir el rock’n’roll en la Inglaterra de la posguerra, parecía haber un bono de longevidad, salvo por incidentes de trayectoria, si así se pueden llamar las consecuencias extremas de ciertos excesos.
Sir Rod, quien, aunque nacido en Londres, es seguidor del Celtic de Glasgow en honor a las raíces escocesas de su padre (quien, por cierto, era hincha del Hibernian de Edimburgo), decidió en su juventud convertirse en cantante en lugar de futbolista, porque jugar al futbol y emborracharse era demasiado complicado (lo cuenta en su autobiografía).
Desde hace décadas, lleva la vida dorada de una estrella en Los Ángeles y se ha instalado en una deliciosa rutina de estándares y swing. La fortuna lo dotó de un timbre de voz áspero e irresistible, así como de una vocación por la interpretación de la música negra.
Se formó en la Londres de los Mods (lo llamaban «Rod The Mod») en ese circuito de clubes donde nació el rock inglés.
Cuando, tras el Jeff Beck Group, se unió a los Faces, comenzó su ascenso al estrellato: al principio, la banda tocaba una mezcla muy original de folk y blues, que progresivamente se inclinó más hacia el pop.
Gracias a los Faces, Rod Stewart triunfó en Estados Unidos, iniciando una carrera como solista que, se dice, ha vendido 120 millones de discos. También gracias a los Faces, su amigo de siempre Ronnie Wood ingresó a los Rolling Stones.

Ahora, con 60 años de carrera a sus espaldas, con algunas concesiones al kitsch, una impresionante serie de éxitos, ocho hijos de cinco madres diferentes y algunos divorcios muy costosos, lo que más importa es que tiene por delante una agenda llena de compromisos.
CON INFORMACIÓN DE ANSA
TV&SHOW/ Rondero’s medios


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