Inscrita en los terrenos de la literatura mágica, SUEÑOS DE PIEDRA (Nocturna Ediciones, 573 páginas), libro escrito por Iria G. Parente (Madrid, 1983) y Selene M. Pascual (Vigo, 1989), es una novela fantástica que da una vuelta de tuerca a los convencionalismos del género.
LA TRAMA:
…Érase una vez un ruino muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros. Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad. En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta…y del recuerdo del hombre al que ha matado.
HAN DICHO:
«Una historia fantástica sobre el peligro del amor, la fragilidad de la inocencia y el deseo de poder que no dejará indiferente a ningún lector»: Javier Ruescas.
«He disfrutado muchísimo de esta novela diferente, perspicaz y tan bien escrita. Dejará a los lectores con la boca abierta»: Blue Jeans.
«Un cuento distinto a cualquiera que hayas leído. Sin duda, esto es fantasía y magia en estado puro: Victoria Álvarez.
«Humor, aventura, magia y un grupo de personajes entrañables son los ingredientes de este sugerente viaje»: David Lozano.
UN DATO:
Ambas autoras también han escrito Pétalos de papel, Alianzas (Everest), primer libro de la trilogía Cuentos de la luna llena, seleccionado por Babelia en su lista de las mejores lecturas juveniles del año y ganador de un Templis -premios de la revista juvenil El templo de las mil puertas– a mejor novela nacional perteneciente a saga.
UN FRAGMENTO:
Antes de que pueda dar un paso, él me agarra de la muñeca. Con tanta fuerza, clavando sus uñas en mi piel, que dejo escapar un gemido de dolor. No es nada comparado con la brusquedad con la que tira de mí y me hace caer de nuevo en la cama, mi espalda tocando duramente contra el colchón, arrebatándome el aliento. Intento incorporarme, pero él ya está encima de mí, presionando su cuerpo contra el mío, sus piernas apretando las mías para que no pueda patalear. Una vez más , su mano coge mi cara y, cuando intento sacudirme, cae el golpe: la bofetada es tan fuerte que me deja mareada.
La ansiedad llega. El terror llega.
-Eres mía, florecilla. Mía y de este lugar.
CON LETRA GRANDE
Por Roberto Rondero / TV&SHOW
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