«We are the world», lo que parecía imposible Quincy Jones lo logró en una noche

NUEVA YORK.- Ha muerto a los 91 años el músico, productor musical, compositor y arreglista Quincy Jones. Su trabajo le valió 26 premios Grammy de 76 nominaciones y un premio Grammy Legend en 1991. También ganó un Oscar humanitario Jean Hersholt en 1995. Entre sus muchos elogios estuvo una nominación al premio Tony en 2006 como productor de la adaptación musical de la película de Spielberg, El Color Púrpura, para el que escribió la banda sonora.

A pesar de todo, QUINCY JONES sigue siendo conocido principalmente por el público en general por producir el álbum más vendido de la historia, Thriller de Michael Jackson, y por producir y dirigir la canción del evento We Are the World. También fue uno de los productores ejecutivos de la serie de televisión El Príncipe de Bel-Air protagonizada por Will Smith.

Realizó giras con Count Basie y Lionel Hampton, arregló discos para Frank Sinatra y Ella Fitzgerald , compuso las bandas sonoras de Roots y The Hot Night of Inspector Tibbs y organizó la primera celebración del presidente estadounidense Bill Clinton. JONES murió el domingo por la noche en su casa de Bel Air, California, según un comunicado a Variety de su representante Arnold Robinson.

Formó parte de la era de la conciencia: los músicos habían decidido cuidar del mundo, o más bien de la gente desesperada del mundo. A raíz de Band Aid – ¿Saben que es Navidad ?, el invento de Bob Geldof junto a las grandes estrellas inglesas, Lionel Richie y Michael Jackson habían escrito una canción con el mismo propósito: recaudar fondos para luchar contra la crisis alimentaria en África. Se había pensado en un gran concierto (luego vino Live Aid ), pero la respuesta estadounidense al proyecto británico Band Aid se materializó en una canción, We are the world. Muchos respondieron al llamamiento, pero era necesario un milagro: hacer todo en una noche, la del 28 de enero de 1985.

Muchos se presentaron en el estudio de Los Ángeles: Springsteen, Stevie Wonder, Michael Jackson, Paul Simon, Tina Turner, Ray Charles, Diana Ross, Huey Lewis, Cyndi Lauper , incluso Su Majestad Bob Dylan. Todos allí, en la misma habitación. Había que hacerlos cantar, dividir las partes, armonizarlas. También QUINCY JONES tuvo que lidiar con los collares y pulseras de Cyndi Lauper sonando en los micrófonos y la borrachera de Al Jarreau. «Había que explicarle a Dylan dónde estaba. Y tuvimos que darnos prisa». Quincy Jones estuvo ahí para eso.

Filmar a ese grupo de talentos en un viaje, explicar cómo y cuándo cantar, distribuir las partes, llevar el ritmo. Y frente a un grupo de artistas generalmente sumidos en delirios egoístas, muchos se habrían dado por vencidos. Quincy no lo hizo. Porque no fue sólo el productor de Thriller de Michael Jackson. Él era uno de los que había mantenido a raya a Miles Davis y Frank Sinatra. Alguien que había jugado con la bossa nova, transformándola en un género pop sin distorsionarla. Alguien que había participado en la revolución del nuevo Hollywood de los años 60 (y, en definitiva, en el blaxploitation) escribiendo la banda sonora de una película subversiva como La noche caliente del inspector Tibbs. Alguien que había firmado, como músico y productor, discos legendarios.

Todos esos campeones lo escucharon. Dirigió pacientemente, pero fijo en el objetivo. Aquel single Somos el mundo que recaudó 60 millones de dólares estuvo dando vueltas en su cabeza desde el principio. Ya podía oírlo en sus oídos incluso antes de que los cantantes comenzaran a grabar. Con la ayuda de Stevie Wonder también logró que cantara Dylan, quien quizás nunca entendió exactamente qué hacía allí. No pudo convencer a Madonna ni siquiera a Prince, que quería participar pero hacer un solo de guitarra en una habitación aparte. Nada que hacer. El profesor Quincy impartía una lección a la vez, en una sola sala. Le enseñó al mundo qué era la música, aunque fuera en tan solo una noche.

A lo largo de los años, QUINCY JONES obtuvo títulos honoríficos de Harvard, Princeton, Juilliard, el Conservatorio de Nueva Inglaterra, la Escuela de Música de Berklee y muchas otras instituciones, así como una Medalla Nacional de las Artes y una beca del Fondo Nacional de las Artes.

Jones estuvo casado tres veces y tuvo siete hijos. De 1957 a 1966 estuvo casado con Jeri Caldwell , con quien tuvo una hija, Jolie Jones Levine.

De 1967 a 1974 estuvo casado con Ulla Andersson, con quien tuvo dos hijos, Martina Jones y Quincy Jones III. De 1974 a 1990 estuvo casado con la actriz Peggy Lipton, con quien tuvo dos hijas, las actrices Kidada y Rashida Jones. También tuvo una breve relación con Carol Reynolds y con quien tuvo una hija, Rachel Jones. De 1991 a 1995 mantuvo una relación con la actriz Nastassja Kinski,  convirtiéndose en padre, en 1993, de Julia Kenya Miambi Sarah Jones.

DESCANSE EN PAZ EL MAESTRO QUINCY JONES

CON INFORMACIÓN DE ANSA

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