BOGOTÁ.- El célebre escultor y pintor colombiano Fernando Botero, mundialmente conocido por las voluminosas figuras humanas representadas en sus obras, ha fallecido a la edad de 91 años.
BOTERO falleció en su casa del principado de Mónaco. La noticia también fue confirmada por el presidente colombiano Gustavo Petro, quien definió a Botero como «el pintor de nuestras tradiciones y de nuestros defectos, el pintor de nuestras virtudes».
La información fue confirmada por Julio Sánchez Cristo, de la W Radio colombiana, asegurando que el artista aún pintaba hasta la semana pasada pero sufrió una neumonía que lo obligó a ser atendido en un hospital.
Medios colombianos informaron que el artista murió después de que una neumonía tuvo que ser atendida en un hospital en el norte de Italia, donde residía hace décadas. Su esposa, la artista Sophia Vari, murió hace cinco meses.
Las obras de Botero, que han sido subastadas por hasta US$2 millones, le dieron la vuelta al mundo: sus cuadros, destacados por personajes de grandes volúmenes, llegaron a los museos más importantes y sus esculturas de acero fueron colocadas en las calles y plazas de las grandes capitales.
La obra del colombiano Fernando Botero (Medellín, 1932) es conocida y muy bien valorada en el mundo entero. Es el pintor de las siluetas voluminosas, el célebre dibujante de trazo fino y certero, admirado por una obra popular que, entre esculturas y cuadros monumentales, viste de colorido el paisaje artístico del mundo y quien es criticado por lo mismo, acusado algunas veces de banal y casi siempre de demasiado comercial.
La edad avanzada no le hizo abandonar la búsqueda del placer estético y la convicción de que el arte construye, refuerza la historia. “Soy un trabajador incansable y lo hago por placer, es un pequeño éxtasis que uno siente durante horas, dedicándose a la profesión más bella del mundo”, dijo en sus últimos años de vida.
Comenzó a los 20 años a pintar cuadro de toros, cuando era un joven aprendiz de matador. En la ancianidad regresó a su vieja pasión, como lo demuestran las 140 pinturas al óleo y 35 dibujos del artista colombiano que dan forma al libro Bullfight, paintings and works on paper, una recopilación única que ofrece una visión completa del tema más icónico de Botero y que el artista presentó en la Sociedad de las Américas de Nueva York.
En la adolescencia, su admiración por el pintor y cartelista mexicano Carlos Ruano Llopis lo animó a comenzar a realizar pequeñas acuarelas taurinas. Y desde entonces, no pocas de sus creaciones giran en torno a esta temática.
DESCANSE EN PAZ FERNANDO BOTERO
CON INFORMACIÓN DE ANSA
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