Decálogo para mejorar el aire en la casa

El smog y la contaminación doméstica ponen en riesgo la salud. Un decálogo para defenderse ha sido anunciado por los investigadores de la Universidad Católica: las recomendaciones provinieron del proyecto de la Universidad ANAPNOI, que involucró a dos grupos de investigación en Física Ambiental y Física de la Materia Departamento de Matemáticas y Física de Brescia, la Facultad de Sociología de Milán, de Ciencias Agrarias, Alimentarias y Ambientales de Piacenza y Farmacología e Higiene, de la Facultad de Medicina y Cirugía – Policlínico Universitario A. Gemelli IRCCS de Roma.

En primer lugar, los ambientes domésticos deben ser ventilados al menos una vez al día, por un mínimo de 20 minutos, preferiblemente usando ventanas que no tengan vista a las calles concurridas.

Es preferible ventilar la casa por la tarde, ya que el nivel de partículas en el exterior es generalmente más bajo que en la mañana. Use la campana durante la cocción y abra las ventanas después de cocinar. Ventile la casa durante y después de la limpieza, el lavado y el planchado, el bricolaje o el uso de desinfectantes y otros productos químicos.

Las alfombras pueden ser una trampa para las partículas y provocar su recuperación: limpiarlas con una aspiradora equipada con un filtro de partículas al menos una vez por semana.

Periódicamente limpie sofás, cortinas, colchones y muebles de tela. El uso de purificadores de aire puede ser útil para disminuir la concentración de partículas en el interior de la casa. También evite usar ambientadores.

No a las chimeneas, estufas de madera o «pellets» como fuente principal de calefacción. Compruebe que la temperatura y la humedad del aire no sean excesivamente altas o bajas.

No fume en lugares cerrados, especialmente si hay niños, mujeres embarazadas y personas con afecciones respiratorias. Permanezca al aire libre pasando tiempo en los parques y áreas verdes de la ciudad, o en el bosque y en el campo.