LA VIDA POR UN IMPERIO

¿Realmente hubo un pacto entre Maximiliano y Juárez? No hay evidencia que lo compruebe, pero la escritora Anamari Gomíz (Ya sabes mi paradero, Sellado con un beso y Los demonios de la depresión) se plantea dicha pregunta en su primera novela, LA VIDA POR UN IMPERIO (Ediciones B, 195 páginas).

Es la historia de Fernanda, una joven universitaria y ama de casa, quien al lado del excéntrico y reputado historiador Segismundo Altamirano, emprende en 1987 una aventura por Centroamérica, que tiene como finalidad confirmar los rumores en torno al paradero de Maximiliano y la verdadera identidad de Justo Armas. En medio de todo ello, donde nada resulta como ella espera, Fernanda se verá obligada a tomar decisiones que cambiarán el rumbo de su vida.

…”Cada 19 de junio se celebra una misa solemne en el Cerro de las Campanas en honor del emperador Maximiliano, dentro de la capilla que mandó construir el gobierno de Austria en 1900, cuando ya se habían reanudado las relaciones entre ambos países. Los descendientes de los conservadores mexicanos aún asisten a la ceremonia religiosa. De los del emperador Iturbide, que yo sepa, el que mantiene la jefatura de esa casa imperial radica en Australia. No sé de ningún otro Iturbide en línea directa con el emperador Agustín I.

“De seguro, cada vez acuden menos personas a orar por Maximiliano. La colina ha sido tragada por el crecimiento poblacional y ahora se encuentra en un lugar céntrico, por lo que la reserva con la que antes se llevaba a cabo la misa de difunto de Maximiliano ha disminuido.

“La capilla se erigió con hierro y madera del barco en que llegó el engañado archiduque, el Novara. Al cerro se le llamó también “Cerro de las Tres Cruces, porque se levantaron tres cruces por los ejecutados: Maximiliano de Habsburgo, y los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía. Tres emes destinadas a una muerte temprana. El fusilamiento ocurrió en la ladera oriente. El lado norte es muy inclinado, así que hacia el sur y los otros costados hay menos desnivel. Como las piedras tienen aleaciones de bronce, plata, antimonio y cobre, al golpearse una con otras suena como el tañido de una campana. Por eso llaman a la colina el Cerro de las Campanas”..

CON LETRA GRANDE

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