NUEVA YORK.- NETFLIX está por convertirse en la plataforma más poderosa al absorver los estudios y actividades de streaming de Warner Bros. Discovery en un acuerdo destinado a transformar Hollywood y de paso a la industria fílmica tradicional. El acuerdo, de casi 83.000 millones de dólares, incluyendo la deuda, llega al final de una disputa por la puja con Paramount Discovery, que fue superada en las fases finales a pesar del apoyo entre bastidores de Donald Trump.
La Casa Blanca mira la transacción con «mucho escepticismo». El presidente estadounidense es en realidad amigo y aliado de Larry Ellison, cuyo hijo David está al frente de Paramount Discovery. La empresa había presentado sin éxito una oferta para comprar toda la Warner Bros Discovery, incluida CNN, una de las cadenas de televisión más populares de Trump. El vínculo entre la Casa Blanca y Ellison sugiere la posibilidad de que el juego aún no esté definitivamente cerrado.
La división antimonopolio del Departamento de Justicia de Trump tendrá, de hecho que examinar el matrimonio, que implica la unión entre Netflix y sus 300 millones de suscriptores con HBO, otro gigante de la televisión en streaming, y no se descarta que pueda generar dudas sobre la competencia.
El temor a un examen exhaustivo y nada fácil por parte de las autoridades estadounidenses inquieta a los analistas y provoca que Netflix caiga sobre Wall Street, también gracias a la maxi-financiación de 59.000 millones de dólares obtenida para financiar la operación.
«Juntos ofreceremos a la audiencia lo que quieren y aman», dijo el CEO de Netflix, Ted Sarandos, con satisfacción. Para comprar Warner Bros Discovery, la empresa puso 27,75 dólares sobre la mesa por cada acción de Warner Bros Discovery, la mayoría (23,25 dólares por acción) en efectivo. Netflix espera que la transacción se cierre en 12 a 18 meses, una vez completada la revisión de las autoridades y se haya completado la escisión del negocio de cable de Warner Bros, incluida CNN, en una empresa independiente llamada Discovery Global.
Netflix, en la adquisición, se ha comprometido a seguir distribuyendo las películas de Warner Bros. Discovery en cines. Un compromiso digno de mención dado que Netflix ha sido pionero en el visionado en casa y hasta ahora ha evitado apostarlo todo en taquilla. A pesar de ello, la boda es vista con recelo por Hollywood, que teme por el destino de los famosos estudios Warner Bros., hogar de algunas de las películas que han hecho historia, desde Casablanca hasta Lo que el viento se llevó, pasando por Harry Potter, Batman y Superman.
Desde sus inicios, Netflix ha inquietado a la industria cinematográfica, inicialmente escéptica respecto a lo que desde entonces se ha convertido en el gigante de la pequeña pantalla. Sin embargo, con el paso de los años, Hollywood se ha adaptado y ha abrazado, al menos en parte, la nueva realidad.
Ahora, sin embargo, la compra de estudios importantes como los de Warner Bros representa un nuevo duro golpe para el cine más tradicional, que tiembla de cara al futuro. Las cadenas de cine también están muy preocupadas. Cinema United ha dado la alarma hablando de una amenaza sin precedentes.
«El impacto negativo de esta adquisición afectará a los cines, desde los grandes circuitos hasta los cines independientes de una sola sala en pequeñas ciudades de Estados Unidos y del mundo», afirmó el director ejecutivo Michael O’Leary.
También se esperan cambios para los millones de suscriptores de Netflix y HBO, que acogen algunas de las series más populares en su streaming, desde Stranger Things hasta White Lotus, de Bridgerton a The Guilded Age.
El impacto para los consumidores aún está por definirse, pero hay quienes esperan que con la boda la calidad de los productos de ambos servicios de streaming mejore aún más.
CON INFORMACIÓN DE ANSA
TV&SHOW/ Rondero’s medios
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