Liza Minelli… siete décadas

No se podría entender el nombre y la trayectoria de Liza Minelli sin Cabaret, la versión cinematográfica, ni viceversa; son uno mismo. De lo contrario, Liza sólo se hubiera quedado en ser la hija de una de las más rutilantes de la industria hollywoodense: Judy Garland.

En su onomástico 70, pese a ella misma, con sus terribles altibajos y adicciones, como las tuvo su famosa madre, Liza Minelli es una de las escasas divas que han logrado sobrevivir al star system en varias ocasiones. Nadie como ella se ha alejado de los escenarios por largas temporadas y regresa triunfalmente a ellos.

Es la misma Liza que en 1966 sufrió la decepción de no ser la protagonista del musical Cabaret en Broadway, pero que no desmayó hasta serlo en el filme que la consagraría y le daría la fama, la misma que vivió desde que era una bebé al lado de su madre.

De colección, su último disco de estudio Confessions, de 2010, deja a sus fans un vacío de apariciones tan esporádicas como sus declaraciones a favor de la comunidad gay y recuerdos que atesora en un lugar que sólo ella conoce.