«El juego del calamar» sigue reinando en Netflix; es una crítica a la sociedad, a un mundo que va de mal en peor

LOS ANGELES.- La serie fenómeno de Netflix, «la más vista de la historia», EL JUEGO DEL CALAMAR sigue reinando en la plataforma.

Mientras tanto, luego de su estreno en Seúl en plena crisis política del país, se levantó el telón en Hollywood.

Miles de aficionados acudieron al campo deportivo del City College de Los Ángeles, vistiendo chándales verdes similares a los de sus favoritos y haciendo fila para participar en los distintos juegos temáticos. Los más populares, Luz verde, Luz roja (con muñeco gigante) y la carrera final de casi 5 km para ganar entradas para la proyección del primer episodio, prevista inmediatamente después. Las estrellas de la serie desfilaron por la alfombra rosa.

Los siete episodios de la segunda temporada siguen rodeados de misterio, protegidos por embargos y acuerdos de confidencialidad.

Netflix dio acceso a los periodistas de la industria al avance y el resultado fue inmediatamente visible: incluso antes de su debut, la serie ya tiene una nominación a los Globos de Oro.

La segunda temporada ve el regreso del creador, escritor, director y productor Hwang Dong-hyuk: «Me dijeron que era mejor dejarlo así, que lo arruinaríamos todo. Pero lo di todo e hice algo aún mejor que el primero, lo juro”, garantizó desde el escenario. En la casa de juegos sádicos dirigida por una misteriosa organización también se observa a Lee Jung-jae en el papel del protagonista Seong Gi-hun y a Wi Ha-joon en el papel del detective Hwang Jun-ho.

Tres años después de ganar EL JUEGO DEL CALAMAR, el Jugador 456 no se marcha para reunirse con su hijo en Estados Unidos, sino que decide regresar al juego con la misión de descubrir quién está detrás, el mismo que disfruta utilizar a personas desesperadas como ratas de laboratorio. Gi-hun comienza un nuevo juego entre la vida y la muerte, intentando organizar a sus compañeros para destruir al líder enmascarado negro.

La narrativa de esta temporada exige una observación compulsiva: acelera a través de numerosas escenas de acción, se ralentiza para profundizar en los personajes y se detiene en juegos aún más diabólicos y desgarradores.

El tono es quizás más oscuro, pero feroz y orgulloso, tras el cambio de protagonista. «La primera temporada salió durante la pandemia (en 2021)», dijo el showrunner Hwang Dong-hyuk a los periodistas. «Desde entonces, el mundo no ha mejorado. De hecho, va de mal en peor. Estamos siendo testigos del empeoramiento de las desigualdades, con refugiados, guerras y tensiones en todas partes. En mi país, ante todo. Todo esto me influyó. EL JUEGO DEL CALAMAR es una crítica a la sociedad, no un juego como fin en sí mismo.»

CON INFORMACIÓN DE ANSA

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