A 20 años de su deceso, Christopher Reeve, El Superman de la vida real, muestra en documental su apoyo a discapacitados

NUEVA YORK.- Hay coincidencias increíbles y situaciones casi surrealistas en la vida y la carrera de Christopher Reeve. Quien a los 26 años, en 1978, se convirtió en el primer superhéroe cinematográfico real, el primer actor en volar en una película que todavía se considera la progenitora de todos los cinecómics de los próximos cincuenta años. Y a la edad de 42 años, debido a una caída trivial de un caballo, corrió el riesgo de morir y quedó paralizado de la cabeza hacia abajo.

El 10 de octubre de 2004 CHRISTOPHER REEVE murió, a la edad de 52 años, después de pasar los últimos nueve años y medio en una silla de ruedas y conectado a un respirador mientras lograba dirigir tres películas, hablar en las Naciones Unidas, crear una Fundación con su esposa Dana e inspirar y apoyar a millones de personas con discapacidad en todo el mundo.

El documental Super/Man: The Christopher Reeve Story de los directores Ian Bonhôte y Peter Ettedgui, presentado en Roma como un evento de Alice nella città y en cines veinte años después de su muerte, no solo cuenta estas dos facetas de su historia: el actor y el abogado de los discapacitados, sino que es una historia de amor, de complicados lazos familiares, de amistad (conmovedora la de Robin Wiliams, de la que fue compañero de habitación en Julliard), el cine y la resistencia.

Para presentarla en Roma, junto a los directores, está el hijo mayor Matthew quien, junto a sus hermanos Alexandra y Will, se ha convertido en el portavoz del mensaje de fuerza de su padre.

«Es surrealista para mí estar aquí. Si me hubieras dicho hace tres años y medio, cuando comenzó este viaje, que estaríamos en Roma con la película, habría sido difícil de creer», comenta Matthew Reeve, quien explica cómo la película nació del descubrimiento «de una serie de películas caseras. Sabíamos que existían esas películas terriblemente etiquetadas, imágenes que nuestro padre había filmado cuando compró una cámara en Estados Unidos y quería establecer una conexión con nosotros, los niños, que estábamos en Inglaterra, y nos enviaba esas cintas de video como si fueran un diario que no veíamos porque lo queríamos en persona. Cuando empezamos a trabajar en la película, nuestra idea no era ponerlo en un pedestal para nada, queríamos una historia honesta de quién había sido».

La película, sin embargo, es mucho más que un documental de montaje a partir de las películas de la familia Reeve, hay entrevistas de todo tipo (desde el director y productor del primer Superman hasta amigos de toda la vida, así como Williams, Jeff Daniels, Glenn Close, Whoopi Goldberg, Susan Sarandon), clips de las muchas películas que hizo (y hay muchas, aunque no muy exitosas, las que no tienen nada que ver con el superhéroe) y luego mucho material de archivo incluyendo imágenes de Reeve a caballo, que es una historia en sí misma.

Cosas de la vida: Christopher Reeve era alérgico a los caballos. Este es solo uno de los elementos asombrosos que cuenta la película. El actor era alérgico a los caballos y nunca en su vida habría decidido montar a caballo, pero para rodar una película para la televisión, una versión de Anna Karenina con Jacqueline Bisset en la que interpretaba al Conde Vronsky, decidió como actor puntilloso y preparado que debía inyectarse antihistamínicos todos los días y aprender a montar a caballo.

De esta experiencia nació la pasión por los caballos, que también había contagiado a sus hijos. Reeve había comenzado a competir con excelentes resultados. El 27 de mayo de 1995, durante una carrera en Charlottesville, Virginia, el caballo se plantó en un obstáculo y el actor cayó.

Como cuenta su hijo en la película, una pulgada más allá habría muerto, una pulgada más allá habría sido simplemente una caída vergonzosa y en cambio fue una lesión de la médula espinal. «Antes del accidente Chris era simplemente nuestro padre, todos los niños ven a su padre como un superhéroe, nacimos después de que mi padre se hiciera famoso, así que era normal para un padre que firmaba autógrafos y se tomaba fotos con otros niños en el parque», explica Matthew, quien compartió su infancia en Inglaterra con su hermana Alexandra. Ambos hijos de la primera pareja de Reeve, mientras que el menor de los Will, es hijo de Dana, la esposa que estuvo a su lado en la segunda parte de su vida.

«Después del accidente», añade Matthew, «encontró la fuerza para sobrevivir cuando Dana entró en la sala de cuidados intensivos y a él, que se preguntaba si tenía sentido seguir viviendo paralizado, le dijo: ‘Siempre eres tú y te queremos’. Ese fue el momento en que mi padre se convirtió en un superhéroe porque ella le dio determinación. En ese momento comprendió que un héroe es un hombre ordinario que logra superar cualquier dificultad».

En la película se observa a Barack Obama firmar una ley de discapacidad que lleva el nombre de Christopher y Dana Reeve (su esposa murió un año y medio después que su marido de cáncer de pulmón), vemos a Hillary y Bill Clinton, John Kerry habla de su amistad con el actor.

Cuando se le pregunta a Matthew cuánto pueden influir las próximas elecciones estadounidenses en las batallas que la Fundación sigue llevando a cabo, Reeve dice: «Mi hermana es la buena para responder a estas delicadas preguntas. Ahora no vivo en Estados Unidos, así que no estoy tan involucrado en el debate político, pero creo que el resultado de las elecciones es muy importante para la comunidad discapacitada y para todo el mundo. Uno de los momentos más importantes en la vida de mi padre y su familia después del accidente fue su presencia en la Convención demócrata de 1996 cuando habló sobre los valores familiares.

Dijo que «todos tenemos familias y todos nos preocupamos por su valor» y habló del hecho de que una de cada cinco personas en los EE. UU. tenía algún tipo de discapacidad, y que podría ser una tía u otro familiar. Es un mensaje que sigue siendo relevante hoy en día».

El director Peter Ettedgui puntualiza: «Hay una línea de Superman que dice muy bien quién era Christopher Reeve. Lois Lane después de que Superman la salva le dice: ‘¿Pero quién eres tú?’ Y él responde: ‘Un amigo’. Ese era el corazón del papel de Superman para él. Todos necesitamos un amigo que sea más que un amigo en Facebook, un amigo incluso sin capa y superpoderes.

«Su activismo por el medio ambiente, por los derechos y luego por la discapacidad fue una forma de demostrar que era un amigo. Fue capaz de hablar tanto a demócratas como a republicanos y esto es realmente un superpoder».