Tom Selleck festejará a lo grande su onomástico 80; no fue Indiana Jones pero sí «Magnum» y Frank Reagan en «Blue Bloods»

LOS ANGELES.- Será una gran fiesta con familiares y amigos en el rancho en el corazón del condado de Ventura en California para celebrar el 80 cumpleaños de TOM SELLECK, para todos Magnum PI más que cualquier otra cosa, aunque a lo largo de su prolífica carrera ha hecho muchas cosas. 

Sin embargo, la salud de TOM SELLECK no va muy bien, la serie policíaca Blue Bloods ha cerrado tras quince años transmisiones, lo que marca un nuevo derrotero a este actor de inconfundible carisma, su legendario bigote y una carrera de más de medio siglo, un artista polifacético y capaz de reinventarse y permanecer en la preferenciadel público.

Su talla extra grande (más de 150 kilos de peso y 1.93 metros de altura) no ayuda a aliviar los problemas de espalda y articulaciones que padece desde hace tiempo y que le han obligado a someterse a operaciones de rodilla. Todas estas dolencias SELLECK las toma con prudencia: «Nunca he perseguido la fama; siempre he intentado hacer bien mi trabajo y ser un hombre del que pueda estar orgulloso», dijo en una entrevista reciente.

Nacido en Detroit, criado en una familia modesta, tras un comienzo incierto plagado de pequeños papeles televisivos y anuncios publicitarios, su carrera despegó en 1980 gracias al papel de Thomas Magnum, detective privado en Hawaii, que ganó millones durante ocho temporadas de espectadores ( y varios Emmy, los «Oscar de la TV», además de un Globo de Oro) gracias a la mezcla de humor, acción y humanidad del personaje. Y los complementos que se han convertido en culto, como la gorra de beisbol de los Detroit Tigers, o el Ferrari 308 GTS.

En aquel momento a SELLECK le ofrecieron el papel de Indiana Jones en la primera película de la serie de Steven Spielberg, En busca del arca perdida (1981), pero al haber firmado ya un contrato para Magnum P.I. el papel fue para Harrison Ford.

SELLECK ha demostrado que no es sólo un actor de televisión, sino que también ha destacado en la gran pantalla en películas como Three Guys (1987), la secuela Three Guys, y en papeles más dramáticos como Quigley Down Under e In&Out. A pesar de su éxito cinematográfico, se mantuvo fiel a la televisión: fue el doctor Richard Burke en Friends y, más recientemente, en Blue Bloods, el comisario Frank Reagan, estricto pero justo, fiel al ritual dominical de la cena familiar.

Detrás de las luces de Hollywood, SELLECK siempre ha mantenido un perfil bajo sobre su vida privada y sus opiniones políticas a pesar de ser partidario del derecho constitucionalmente protegido a portar armas. La familia y el rancho en el condado de Ventura son una fuente de equilibrio y serenidad para él y ha hablado a menudo de la importancia del trabajo manual y del tiempo pasado en la naturaleza, lejos del estrés de la industria cinematográfica.

CON INFORMACIÓN DE ANSA

TV&SHOW/ Rondero’s medios