Roman Polanski estrena a los 90 años «El Palacio», su más reciente film

VENECIA.– Una comedia algo contundente y sarcástica, severa con los personajes de la película, pero no exenta de un toque de indulgencia y simpatía, así dejó plasmadas por escrito el controvertido cineasta ROMAN POLANSKI, a sus 90 años, lo que significa EL PALACIO, proyectada fuera de competición en Venecia y que estará en cines a partir de este 28 de septiembre.

Durante la trama, situada un 31 de diciembre de 1999 en el Palace Hotel, de gran lujo situado dentro de un castillo de principios del siglo XX en las montañas suizas. Para la Nochevieja del 2000, de un hipotético fin del mundo no sólo digital, el hotel se prepara para recibir a huéspedes ricos y excéntricos, acostumbrados desde siempre a exigir lo mejor. 

«A las ocho en punto algunas personas muy importantes cenarán en nuestras mesas. La vida de millones de personas dependerá del humor con el que salgan a la mañana siguiente. Es nuestro deber asegurarnos de que sus traseros no se atrofien, porque las sillas son demasiado duras, se atiborran de caviar hasta explotar y les sale champán por la nariz y por las orejas. ¿Está claro?», dice como un auténtico general Hansueli (Oliver Masucci),  

Así, todo está cuidado y preparado al detalle, cada petición y vicio de los ilustres invitados debe ser satisfecho a la perfección. Pero el absurdo y la degradación que alcanzarán al partido y a sus participantes serán completamente impredecibles. 

En este Titanic dispuesto a encontrarse con su iceberg, numerosos personajes grotescos, entre ellos un irreconocible Luca Barbareschi (que también es el productor de la película) en el papel de una ex estrella del porno, mujeres mayores distorsionadas por la cirugía estética (Sydne Rome), un Mickey Rourke Decovados con tupé, un grupo de feos matones rusos preocupados por hacerse con seis maletas llenas de dinero, una marquesa (Fanny Ardant) con un perro que sólo come caviar y, finalmente, nuestro Fortunato Cerlino en el papel de Tonino, asistente de Hansueli.  

«Durante casi medio siglo frecuenté un lugar en Suiza donde hay un hotel de lujo, perteneciente a la categoría de hotel 5* Superior, conocido como Gstaad Palace- dice siempre Polanski en sus notas-. Observé la vida de este hotel, donde siguió siendo una élite rica y políglota, en torno a la cual se mueve el proletariado hotelero. Estos dos mundos son, a su manera, hilarantes, a veces incluso grotescos. Todo los separa, empezando por sus opiniones políticas. Sólo la figura del director del hotel, que cuida de todos y trata de complacer a todos, a veces incluso lamiendo los pies tanto de los clientes como de los subordinados. Con habilidad diplomática -concluye el director-, encuentra una salida a las situaciones más improbables».

CON INFORMACIÓN DE ANSA

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