El diálogo que sostuvieron ALBERT EINSTEIN y SIGMUND FREUD en el verano de 1932, a través de dos cartas postales, fueron preservadas a través del tiempo por su relevancia para la humanidad en ¿Por qué la guerra? (Editorial minúscula, 92 páginas, tercera reimpresión, julio 2020).
La violencia ha sido una constante en la evolución de la sociedad, los ideales de libertad y paz colectiva chocan con los intereses políticos y económicos de algunos cuantos. El ser humano tiende a poseer una visión individualista, cuando alguien quiere lo mismo que él simplemente le estorba y lo considera su enemigo; para quitarlo de su camino busca maneras legales y aceptables para portar la bandera de la paz como estandarte y marcha en contra de ese adversario para acabarlo y justifica dicho fin señalando que tiene como compensación el bienestar de todos los demás. La guerra se convierte en el medio perfecto para acabar con ese contrario.
¿Quién es el enemigo? Muchos de los conflictos que tenemos con los otros, llámese también vecinos o extranjeros, surgen porque sus intereses son ajenos a los nuestros, pero la realidad es que siempre proyectamos en los demás nuestra propia guerra interna, todo aquello que nos causa ruido en nuestro interior lo investimos en los otros.
En la carta dirigida a Freud, Albert Einstein le preguntó al psicoanalista: «¿Hay una manera de liberar a los seres humanos de la fatalidad de la guerra?». Además, argumentó varias trabas que enfrenta el hombre para finalizar una historia llena de hostilidad:
- La primera sería la paradoja que conlleva regular la conducta de las personas con leyes establecidas y aplicadas por otras personas que ostentan el poder y son influenciadas por sus propios intereses.
2. En la segunda traba mencionó a aquel grupo que se beneficia económica y políticamente con la guerra para obtener «ventajas/beneficios» personales.
3. Y como tercer obstáculo señaló que en los seres humanos anida la predisposición a la necesidad de odiar y de destruir; estos pueden surgir por estímulos del entorno para satisfacer sus necesidades destructivas innatas.
Sigmund Freud le planteó a Einstein que el destino de la guerra siempre estuvo marcado por los conflictos humanos, los intereses personales empujan a las personas a violentarse. Lo que ha ido cambiando es la manera de manifestar el acto bélico. La fuerza bruta ha sido sustituida por las armas y éstas son manipuladas por el intelecto para generar mayor daño posible a otro o incluso matarlo. Ése es el motivo de la guerra.
En este punto nacen las leyes, así lo fundamentó Freud. El Derecho busca darle fuerza a la mayoría para equilibrar los beneficios que tienen unos cuantos que ostentan el poder, pero el Derecho no deja de darle más poder y beneficios a los vencedores y los vencidos sólo alcanzan algunos favores para mantenerlos en el mismo nivel bajo. Tarde o temprano esta desigualdad sólo terminará en un acto de guerra civil, nuevamente en una guerra más grande. El acto violento sigue presente porque el origen del Derecho es la violencia bruta.
Esto no significa que el Derecho y sus leyes no puedan funcionar, simplemente la guerra siempre surgirá tarde que temprano. Sin embargo, el médico psicoanalista arrojó a la luz que existe la posibilidad de evitar la guerra. Para ello, los seres humanos tienen dos vínculos afectivos a su favor y la evolución cultural como equilibrio ante el acto belicoso:
1. El primero es el amor, y aquí citó la frase religiosa: «Ama al prójimo como a ti mismo».
2. El segundo vínculo afectivo es la identificación; reconocer en los demás las características similares que se tienen ayudan a aceptar a los otros.
3. El tercer punto a favor es el desarrollo cultural o también llamada civilización.
Estos son los puntos fuertes por desarrollarse para llegar a la paz, según Freud. Asimismo, señaló que, aunque la creación de la sociedad civilizada juega un papel importante para llegar a la paz, igualmente trae conflictos al desarrollo de la especie humana. Los países con mayor civilización dejan de buscar la reproducción de la especie y las sociedades con menor desarrollo buscan todo lo contrario.
La evolución cultural y el temor a las consecuencias por la guerra pueden ayudar a finiquitar la violencia humana. Así lo manifestó Sigmund Freud a Albert Einstein.
Datos de Albert Einstein & Sigmund Freud:
• Albert Einstein nació en 1879 y fue el creador de la teoría de la relatividad.
• Sigmund Freud nació en 1856, neurólogo y psiquiatra, fue el creador del psicoanálisis.
• Einstein obtuvo en 1921 el Premio Nobel de Física.
• Freud fue candidato al premio Nobel de Medicina y al de Literatura por sus escritos.

Por Saelim Fernando
CON LETRA GRANDE / TV&SHOW
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