Parte I
«Los niños han sido mi universidad», es la pura verdad de Xavier López Chabelo, el eterno niño de la telera nuestra de cada día en la emisión En Familia que, ahora sí, de su puño y letra, ha marcado el día de su retiro definitivo (20 de diciembre) luego de 48 años al aire, una marca de permanencia no sólo en México sino a nivel mundial.
Por eso TV & Show le hace un sincero reconocimiento a este hombre de aguante, a prueba de recortes, crisis, prepotencias, políticas, patrocinios y hasta de enfermedades. Xavier López Rodríguez, orgullosamente leonés, de 80 años de edad, es el mismo que en su adolescencia, sojuzgado por un padre estricto y tradicional que a toda costa quería que su hijo fuera doctor y nunca actor, le ocasionaron una anemia cerebral por su mala alimentación, desvelarse y combinar el trabajo con el estudio.
Es el mismo Xavier que soñó con representar a México en una Olimpiada, la de Helsinki, en Finlandia en 1952. No pudo ir y no porque su mérito deportivo se lo impidiera (conquistó el Campeonato Nacional de lucha grecorromana), pero -oprobios del destino-, no se atrevió a solicitar un patrocinio de 40 mil pesos, la condición, en ese entonces, para asistir a los Juegos. «No poder asistir, ha dicho, me dolió mucho; es algo que no he podido superar. Sabía que, con el simple hecho de presentarme allá, habría pasado a la historia, aunque no ganara. Por eso yo no creo en el hubiera, eso no existe».
Pero la actuación, finalmente, le abrió las puertas y sería para toda su vida. Así, en 1953 apareció en el programa de Panzón Panseco, en el que imitaba la voz de un conductor de radio, Pepe Peña, de El risámetro, obtuvo diez pesos. En el momento en que Xavier se convirtió en ayudante de Ramiro Gamboa (el Tío Gamboín) -a la postre su mentor- la vida del actor cambiaría para siempre.
Continuará…
Por Roberto Rondero / Rondero’s Medios
TV&SHOW 
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