El fin de una era de «Vogue»: Ana Wintour deja de ser responsable de la icónica revista

NUEVA YORK.- Después de 37 años dictando la moda, la reina que inspiró a Hollywood y una de las periodistas más poderosas del mundo da un paso atrás, se trata de ANA WINTOUR, responsable de la revista.

El anuncio lo hizo en persona durante una reunión con su personal, a quien le dijo que estaba en búsqueda de un nuevo líder para la edición estadounidense de la revista.

WINTOUR, de 75 años, seguirá desempeñando sus funciones como responsable de contenidos globales de Condé Nast y como director editorial global de Vogue. Su salida se filtró con indiscreciones reportadas por varios medios y luego confirmada por Condé Nast al diario New York Post.

Londinense de Hampstead, pero desde los años 70 en Estados Unidos, Anna es un icono en el mundo de la moda y más.

Icónico es el corte de pelo a la moda de los casquetes, así como son los lentes de sol que se usan incluso en la oficina, y las escapadas de las fiestas que se abandonan después de solo 20 minutos, con la única excepción de la del primer lunes de mayo sobre la alfombra roja del Metropolitan Museum.

Icónica también la pasión por el tenis (juega al amanecer, antes de ir a la oficina), icónicos los «September issues».

Su primera portada inmortalizó a la modelo Michaela Bercu con un par de vaqueros de 50 dólares: era la primera vez que una prenda denim llegaba a la portada de Vogue.

Uno de sus primeros trabajos como editora de moda fue con Viva, una revista erótica para «mujeres adultas» creada por la entonces esposa del editor de Penthouse, Bob Guccione.

Fue en Viva que Anna contrató por primera vez una secretaria personal, de ahí la reputación de ser una jefa exigente y difícil como en The Devil Wears Prada (en Hispanoamérica, El diablo viste a la moda), la película que se inspiró en ella con Meryl Streep y Anne Hathaway.

WINTOUR estuvo al timón de Vogue desde 1988, desde 2013 director artístico de todos los mensuales del grupo y desde el verano de 2019 global content advisor, un título que le permitió consolidar su papel como protectora del ADN de Condé Nast después de la muerte del editor histórico y mecenas Si Newhouse.

Durante los cambios que se produjeron a lo largo de los años, Anna permaneció como una constante en Condé Nast y en la editorial, logrando salvaguardar su lugar incluso frente a las profundas crisis del sector que se sucedieron.

CON INFORMACIÓN DE ANSA

TV&SHOW/ Rondero’s medios