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Psicopatía, el espectro del mal

Un psicópata puede caminar junto a nosotros y saludarnos como si nada e incluso puede ser un amigo desde hace muchos años y nosotros ni enterados estamos. ¿Por qué puede suceder esto? VICENTE GARRIDO (Psicopatía, el espectro del mal, editorial Bonalletra Alcompas S.L., 2021, páginas 140).

Estos sujetos, no necesariamente, caminan con una pistola o granada escondida en su saco. Hay psicópatas integrados en la sociedad e incluso hay algunos que pueden tener un alto puesto en la política, trabajan en despachos de abogados o pueden ser grandes artistas. Dichos sujetos tienen diversos grados de éxito en la social. Sin embargo, están rodeados de miseria moral, absorben la energía vital de las personas que están en su entorno, sólo buscan su propio interés y no contribuyen al bien común.

Los psicópatas tienen la capacidad de llegar a puestos muy altos en la sociedad, pueden habitar tanto en las empresas públicas como en las privadas porque son temerarios y no tienen miedo al fracaso o la crítica. Sólo les importa sus metas y nadie más: son fríos, tienen un control de sus emociones, pues piensan mejor, pero ¿realmente son tan inteligentes como dicen? El psicólogo Vicente Garrido nos explica que la mayoría de los asesinos en serie no lo son; sin embargo, es desmedido su narcisismo y el valor que se tienen así mismos es excesivo. Buscan el reconocimiento por sus delitos porque han fracasado en varios aspectos de sus vidas.

No obstante, hay otro tipo de psicópatas y sus acciones patológicas son la marca para distinguirlos de otros criminales; por ejemplo, el sociópata tiene un comportamiento similar al psicópata, pero sus personalidades son muy distintas. La característica más distintiva del sociópata es su capacidad de formar vínculos con otras personas; el psicópata no tiene ese rasgo. Así lo menciona el especialista Vicente Garrido.

Hervey Cleckley, el padre de la psicopatía, cataloga a estos sujetos con un rasgo muy característico en ellos y lo define como “narcicismo maligno”. No es el único rasgo ni es determinante, pero es una de las cualidades que se ha podido apreciar en estos sujetos. Un psicópata siempre tiene una firma personal, es el sello para identificar su modus operandi. Sus huellas psicológicas son el centro de las investigaciones de los especialistas para atraparlos.

También se menciona a dos tipos de psicópatas: primarios y secundarios, definidos por su sangre fría o su explosividad exagerada al momento de cometer sus delitos. El autor también señala un punto muy interesante con evidencia científica, los psicópatas sí pueden leer las emociones de los demás. Ellos pueden interpretar la vulnerabilidad de sus víctimas antes de atacarlos.

¿Qué hacemos con los psicópatas? Esta pregunta la plantea el psicólogo Vicente Garrido y nos da como solución la siguiente frase: “hay que poner nuestra atención en dos planos. Está, por una parte, el ámbito de la aplicación de la ley y del sistema de justicia: a los psicópatas criminales hay que detenerlos cuanto antes y luego ponerlos a buen recaudo. Una vez condenados debemos averiguar si existen programas adecuados para su reinserción, ya que el beneficio económico y humano para la sociedad en evitar más víctimas podría ser más grande si tales programas existieran”.

También, podemos encontrar en el libro algunas recomendaciones si debemos entrevistar, interrogar o interactuar con un psicópata. No olvidemos que los psicópatas ven el mundo desde una perspectiva mental y no emocional, la moral no influye en ellos.

Hay buenas posibilidades de prevenir la formación de un psicópata y en el ensayo encontramos las dos opciones disponibles hasta el momento, según el autor: “primero, mediante cuidados prenatales que impidan que se produzcan durante el embarazo resultados indeseables para la salud física y mental del niño como consecuencia de golpes, abuso del alcohol o de drogas, malnutrición o estrés ambiental elevado. En segundo lugar, reduciendo aquellos factores de riesgo ambientales que sabemos que se asocian con la conducta antisocial en general, pero también con la psicopatía, como los malos tratos de la infancia, la exposición a la violencia, el fracaso escolar, una crianza particularmente deficiente o vivir en situaciones socioeconómicas precarias”.

DATOS DEL AUTOR

1) La psicopatía está menos estudiada en mujeres que en hombres, pues ellas representan un número menor en este tema.

2) Las mujeres asesinas que cometen sus actos violentos con armas de fuego o cuchillos son casos raros.

3) Los llamados ‘ángeles de la muerte’ son asesinos que trabajan en hospitales como doctores, enfermeras y auxiliares en el área de la salud. Estos ángeles de la muerte tienen el mismo número de psicópatas entre hombres y mujeres e incluso, ligeramente, hay más mujeres asesinas que hombres.

4) En las mujeres psicópatas parece centrarse su violencia sexual en los niños.

Por Saelim Fernando

Con Letra Grande / Rondero’s Medios

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