«Caer en tentación»: ¿Quién dijo yo?

¡Que caigan en tentación!, eso es lo que más anhela la dinámica productora Giselle González (Yo no creo en los hombres, La Candidata) acerca de su telenovela CAER EN TENTACIÓN (Canal de las Estrellas, lunes a viernes, 21:30 horas), que si algo debemos agradecer los telévoros es que parte de la realidad, de un revoltijo de emociones, sensaciones y vivencias que, humanos al fin, nos topamos en algún momento de nuestra existencia.

La misma Giselle González confesó a este telévoro que su estilo no es contarnos una más de Cenicienta: “A mí me gusta una historia vivencial, en la que si abres la puerta y dejas entrar a alguien, si lo permites, puede crecer y ya no poder detenerlo”.

CAER EN TENTACIÓN es más que una simple aventura, de un “a ver qué pasa” si le soy infiel a mi pareja. Aquí la traición suele tener un precio muy elevado: la muerte, la desolación y los daños colaterales.

Y pese a que lo fallido se encuentra en la continuidad y la edición, con el maniqueo “antes y después”…”tres años antes, tres años después”, que tanto cansa y desgasta la trama, CAER EN TENTACIÓN inquieta a los telévoros cuando nos preguntamos: ¿Hasta dónde llegará la tentación?

Sin ser nada exclusivo de los “tiempos modernos”, de swingers, y “open minds”, de la picata minuta a la mexicana de “qué tanto es tantito”, estas dos historias de amor, que no cuarteto, encierra una moraleja que ya las abuelas y sus antecesoras, remitían como consejo sagrado para los noveles matrimonios: “no metas a tu casa la tentación”.

Claro que a esta versión adaptada de la argentina de Telefe, Amar después de amar, Silvia Navarro como Raquel Cohen Nasser de Becker, y su maridito hormonal Gabriel Soto como Damián Becker Franco, la tentación se la presenta su misma mujer en la figura de la socia de ésta, Carolina Rivas Trejo de Alvarado (Adriana Louvier).

“Nadie sabe para quién trabaja”, cuando los ahora “cornudos” Raquel y Santiago Alvarado Flores (Carlos Ferro), comprueben la cabañita en la que sus cónyuges pasaron largas horas calentando su nidito de amor.

La productora Giselle González no quiere desaprovechar el horario estelar y la confianza de sus altos mandos en lo que pretender ser una vuelta de tuerca dentro de los nuevos formatos en la telera nuestra.

A trompicones con un guión intrascendente, enredado en saltos y continuidad dispar, entre «armar» historietas de los hijitos, sus calenturas y peligros por malas compañias, y por momentos escrito como se hacía dos décadas atrás, CAER EN TENTACIÓN cumple con su cometido y con dos parejas de actores que se pusieron de acuerdo en dar lo mejor de sí: Silvia Navarro y Adriana Louvier, ex protagonistas de TV Azteca, se les nota comprometidas como actrices, con un Gabriel Soto en su papel, y con la sorpresa de un Carlos Ferro –como Santiago Alvarado Flores- que logra una acertada actuación.

Ante la evidente infidelidad y traición, el salto al tiempo actual, hacen que los “infieles” primarios, Carolina y Damián, paguen, la primera con la vida, y el segundo con un coma prolongado, lo que su traición ha desencadenado en sus respectivas familias.

¿Cuál sería para Giselle González su mayor satisfacción en esta telenovela? “Que los televidentes sientan y compartan una historia, que digan yo he estado en esa situación, que griten como yo, que se enojen y hasta pataleen al lado de su pareja y le digan: “Pobre de ti si te atreves a engañarme”.

En esta teleserie figura Julieta Egurrola como la malvada y desconsiderada suegra de Raquel (Silvia Navarro), mientras que Arath de la Torre es un remedo de “maloso”, en lo que pareciera un sketch de antiguo programa cómico. También destacan Ela Velden, José Manuel Rincón, Julia Urbini, Germán Bracco, Beatriz Moreno. Enoc Leaño, perdido entre otros.

Como la mayoría de sus producciones, y con Emilio Azcárraga Jean fuera del timón a partir del próximo 1 de enero, el tiempo se ha comido los intentos de avanzada de Televisa, que a ritmo de tortuga desovando saca la cabeza para saber qué hay de nuevo. Es, ni más ni menos, el túnel del tiempo.

Ver para creer. Telévoros: ¡Uníos!