Con Letra Grande

LUCHA LIBRE, SIN LÍMITE DE SANGRE

Cuando el ring se tiñe de rojo, la historia mexicana revive, nos toca de nuevo el inconsciente, porque este deporte permite la individualidad del espectador en tiempos de impotencia”, así define el escritor, dramaturgo y narrador Ricardo Guzmán Wolffer a la lucha libre en su libro LUCHA LIBRE, SIN LÍMITE DE SANGRE (Ediciones B, 180 páginas), que incluye numerosas fotografías a cargo de José Francisco Camacho Ruiz.

Para Guzmán Wolffer, “Desde los códices prehispánicos, la sangre es a los mexicanos como las hamburguesas para los gringos, el Nilo para los egipcios, el vino para los franceses o el tango para los pibes: algo que nos define, pero que nos repele. Al mexicano le encanta ver sangre, mientras no sea la propia; más cuando ésta significa algo: ya sean las muertes floridas, la lucha entre invasores e invadidos, la muestra de que somos capaces de entregar todo antes que la tierra”…

1435504163302.jpg

NO ES COSA DE MACHOS, ES DE IDENTIDAD

En LUCHA LIBRE, SIN LÍMITE DE SANGRE, este deporte-espectáculo transita entre la cultura, show, sangre y desahogo, que puede crear mitos y derribar ídolo. Pero también es la eterna metáfora del bien contra el mal que todos llevamos dentro.

“Los incrédulos, apunta el autor en su prefacio, cuestionan los lances y la necesaria coparticipación de los luchadores contrarios: la espera del salto, la inmovilidad ante la aplicación de la llave, la respuesta al golpe con una mínima magnificada, el aplauso coordinado a la patada para hacerla sonar, cuando ello no es posible. Tal vez tengan razón, pero el plasma es irrebatible.

“Obtenida a mordidas o con cortada previa, la savia real no puede ser suplantada, y menos si brota en el accidente o en el golpe mal dado o mal calculado; mucho menos si lleva en el fragor de la batalla y la carnicería es buscada por ambas partes para maltratarse, sangrarse, y en el paroxismo de lo individual, llegar a la psique de los espectadores que, mitad por la propia proclividad a los escarlata, mitad por su adicción a la taquicardia del inconsciente colectivo, están sedientos de esa pócima rojiza que sólo se ofrece en el pancracio nacional; y en ese momento, pasado y presente se unen para hacerles saber a los testigos que esa noche se ha repetido el ritual: la danza de la muerte deja oír sus pasos lejanos, pero inexorables”.

El papel de la sangre en la lucha confiere para Ricardo Guzmán, “una estética particular a los deportistas…”Cuando el sangrado es extremo, se pierde el diseño de la máscara o las facciones del rostro para dejar paso a un hombre con la cara hecha costra. El plasma torna a la indefinición al esteta que ofrenda la individualidad para saciar al espectador en su ánimo de presenciar no sólo la contienda, sino cómo a partir de cubrirse el rostro de rojo se omiten los rasgos propios.

images.jpg

“El impacto emocional de ver esa sangre explica en parte el atractivo de la lucha libre. Ese líquido no sólo implica un riesgo, también evidencia la futilidad de lo humano y cómo, a pesar de ello, los atletas de alto rendimiento siguen luchando. Quizá no es e día, pero sí en los siguientes”.

LUCHA LIBRE, SIN LÍMITE DE SANGRE incluye varias entrevistas con especialistas en la lucha libre, tanto deportistas, periodistas y analistas, así como las luchas más sangrientas de este deporte-espectáculo de enorme tradición en nuestro país.

CON LETRA GRANDE

Por Roberto Rondero/ TV&SHOW

0 comments on “LUCHA LIBRE, SIN LÍMITE DE SANGRE

Deja un comentario