Con Letra Grande

La histeria. Entre amores y semblantes

La histeria no es un concepto nuevo y se ha manejado de forma negativa para enmarcar a las mujeres y agredirlas con el término de «locas» o a las feministas con el peyorativo de «feminazis». Desde tiempo ya se venía estigmatizado a las mujeres, en específico desde la Edad Media con esa palabra. Así como lo menciona la autora de este libro, el primer rasgo de la histeria es la preocupación, tal vez por ese motivo se les adjudicó ese expresión, pero que no es exclusivo de ellas, también existen hombres histéricos. LAURA CEVEDIO (La histeria. Entre amores y semblantes, Editorial Síntesis, impreso en España, primera edición, 2002, páginas 159).

«Hablamos de histeria en femenino, pero también es masculino, aunque al referirnos a ella algunas veces se haga en femenino por tratarse del posicionamiento de un sujeto ante la castración».

Laura Cevedio hace un buen rastreo histórico sobre la histeria y sus implicaciones, y cómo ha ido evolucionado este concepto o en su defecto, seguimos extraviados como sociedad para entender su profundidad. Desde el punto vista religioso hasta el ojo analítico de la ciencia, han buscado darle una razón de ser al comportamiento histérico. En sus inicios se pensaba que la histeria era producida por una posesión demoníaca y posteriormente la ciencia lo etiquetó como una enfermedad, ninguna de las dos opciones era la correcta.

No es un espíritu maligno ni es una enfermedad, entonces ¿qué es? La represión en las vivencias infantiles juega un papel muy importante para la creación de la persona histérica: «En la histeria no se encuentra un gran trauma, sino varios que conforman una densa trama en su historial”.

«Puede hablar de todo aquello que acuda a su mente, aunque le resulte vergonzoso, incoherente o trivial, así surgió el método psicoanalítico”.

La autora aborda a la histeria desde la mujer, ya que ese terreno es muy fértil y mal explorado. Verlo desde esa perspectiva lo hace complejo e interesante y para ello tomo como ejemplos (entre otros) los casos de Dora y Anna O (casos de Freud) como referencia, sin embargo, también se reconoce la existencia de los varones histéricos y hace una pequeña mención de ellos: «Suelen verse hombres histéricos que, después de una ruptura amorosa, quedan reducidos a muy poco. Los semblantes fálicos que lo habían vestido han desaparecido, buscan desesperadamente otras mujeres donde poder arroparse».

Podemos ver los síntomas de la histeria en la mujer en diferentes condiciones: la anorexia, labios carnosos o pechos voluptuosos, etc., estos son algunos rasgos que menciona la autora en su trabajo. Una belleza impuesta en todos los sentidos. Cada persona tiene diferentes trastornos y por lo tanto Freud aseguró «que una cura nunca es igual a otra, que aun perteneciendo a la misma estructura cada uno la llena con su propia subjetividad, la cual debe ser tenida en cuenta».

La belleza, la fealdad, la inteligencia, el no saber, lo espiritual, el delirio, el amor, el desamor, el odio, la enfermedad e incluso su relación con los hombres y más interesante aún, su convivencia con otras mujeres, son algunos factores internos y externos en común en donde la mujer es atravesada por su histeria. Se pudiera pensar que es tema superficial, pero no lo es, tiene una razón de ser y Laura Cevedio lo fundamenta en sus escritos.

“El recuerdo del trauma, ahora llamado psíquico, obra entonces como un cuerpo extraño al sujeto, imposible de reconocerlo como propio».

Todos tienen diferentes interpretaciones de la histeria, muchos lo quieren resolver de la manera incorrecta, con placebos (un negocio redondo), llámese medicamentos sin prescripción, medicina alternativa, cursos o talleres dirigidos al cambio emocional o mental. Lo interesante es ver cómo sigue prevaleciendo la misma respuesta ignorante hoy en día. La histeria es un signo negativo para quien lo expresa (de una u otra manera) y quien lo manifiesta no busca la ayuda por vergüenza, por ser etiquetado como un enfermo mental débil. La histeria es una respuesta normal a varios malestares en la infancia que pueden tener solución o mejorías considerables.

Las sociedades siempre van a producir nuevas frustraciones y esos fracasos psíquicos van a desembocar en nuevos síntomas y esos malestares serán enfermedades de moda (desconocidas y en espera de ser etiquetas) que siempre estarán allí porque son nuevos rostros de una histeria ya conocida.

Datos adicionales

A) El 86% de cirugías estéticas son realizadas a mujeres: la presión social las llevaría a querer alcanzar el ideal de belleza: Checa la nota completa aquí.

B) Las cirugías estéticas aumentaron un 215% en ocho años sin que se evalúe la salud mental de los pacientes: Puedes consultar la nota en este link.

C) Violencia estética: Así afecta el ideal de belleza a la autoestima de las mujeres: Verifica este tema aquí.

D) Sufren violencia 7 de cada 10 mujeres en México: Citibanamex: Lee el artículo en este link.

Por Saelim Fernando

CON LETRA GRANDE / RONDERO’S MEDIOS

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