LOS CINCO ANHELOS

Para una vida plena, para sentirse más amado, feliz, libre, inteligente y maduro, el psicoterapeuta líder en talleres de trabajo personal espiritual en Santa Bárbara y San Francisco, California, DAVID RICHO, ha publicado LOS CINCO ANHELOS (Editorial Grijalbo, 257 páginas), que ofrece a los lectores ideas que ayudarán a entender que esos deseos de “más” son precisamente los que nos constituyen como seres humanos.

ANHELOS:

Amor, Significado, Libertad, Felicidad, Crecimiento.

Para DAVID RICHO, dichos anhelos fundamentales requieren una capacidad de respuesta. Una boyante relación consciente dentro de una familia, una amistad o un vínculo íntimo es una que acoge nuestros anhelos.

En una relación se les puede dar cabida a estos cinco conceptos de manera cordial, se les puede reconocer como legítimos, satisfacerlos sin renuencia a pesar de nuestras limitaciones como seres humanos. Nunca nos mostramos demasiado avergonzados por tener anhelos que tenemos ni mucho menos para pedir que sean cubiertos.

“Es posible sobrevivir sin la satisfacción de cada anhelo –añade el autor de Las cinco cosas que no podemos cambiar y Atreverse a confiar-. Pero no podemos ser humanos por completo sin tener los cinco. Los cinco anhelos abarcan mucho. Cada uno es una categoría, un encabezado general que comprende muchos anhelos derivados. Este libro te permite aceptar tus propios anhelos y te muestra cómo compartirlos con la gente en quien confías”.

FRASES:

“Expandirse es una forma de moverse. Nuestros anhelos nos envían en una misión. Anhelamos y luego salimos en busca de lo que anhelamos. Los cinco anhelos son precisamente aquel lo que hace de nuestras vidas una travesía heroica: se nos enciende la búsqueda de amor incondicional y universal aun teniendo amor justo aquí, en casa”.

“La importancia de los anhelos cambia según la fase de la vida en la que nos encontramos. También la manera en que nos sentimos satisfechos por ellos”.

MENSAJE:

“Nuestros anhelos no son como pesados trozos de hielo en nuestros corazones. Son como agua que fluye en nuestras almas. Se abren paso hacia cada rincón y grieta de nuestro ser. Acumulan presión y liberan presión. De manera constante encuentran aberturas bajo las superficies visibles. Más que nada, se resisten a estancarse.