Iñárritu lo volvió a hacer, junto con al Chivo Lubezky sumándose al team Leonardo DiCaprio, quien puede romper su propia maldición de ser el nominado eterno sin Oscar de por medio gracias a la película The Revenant (El Renacido), quien sumó 12 nominaciones para la máxima presea del cine.
Y si The Revenant se perfila como la Mejor Película (contiene todos los elementos que apasionan a la Academia hollywoodense), la categoría de Mejor Director tiene para G. Iñárritu la férrea competencia de George Miller con su filme Mad Max: Furia en la carretera y, en menor medida, Ridley Scott por The Martian.
En el Olimpo hollywoodense, G. Iñárritu es, de ya, el cineasta mexicano más nominado de la historia, pero un hacedor fílmico que ya pertenece a la Meca del Cine, con producciones que nada tienen que ver con nuestra limitada industria cinematográfica.
De ahí que la verborrea patriotera por diversos medios, entre ellos la telera nuestra de cada día, raya en el exceso y en la distorsión. En Hoy el reportero Sebastián de Villafana exclamó una auténtica oda: “Alejandro González Iñárritu es nuestro Embajador del Arte, que nos hace ser ganadores” (¡!)

Ver para creer. Telévoros: ¡uníos!
Rondero’s Medios: Por Roberto Rondero/ Rondero’s Medios


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