Perder peso, desintoxicar tu cuerpo, incrementar tu energía, combatir las enfermedades cardiacas, prevenir la diabetes, la depresión y ciertos tipos de cáncer, estimular tu sistema inmunológico y hasta mejorar tu cabello y piel, es lo que se encuentra en “La biblia de los licuados” (Editorial Grijalvovital, 245 páginas), escrito por Kristine Miles, fisioterapeuta y chef profesional de la salud.
“En 2007 –rememora Miles- hice una página dedicada a los licuados verdes. Lo que empezó como una actividad para compartir mi experiencia y enseñar algunas fotos y mis recetas favoritas, se convirtió en algo mucho más grandes, con miles de visitas y maravillosos comentarios de apoyo de todo tipo de personas, desde principiantes hasta experimentados bebedores de licuados verdes”:
PARA PRINCIPIANTES
Un licuado verde está hecho de frutas mezcladas con verduras crudas, de manera que sabe a fruta pero se ve verde. Aunque las verduras son muy nutritivas, mucha gente se resiste a comerlas. Agregar fruta al licuado hace que éste sepa muy bien, y es una forma fácil de añadir más fruta en nuestra dieta. Algunas personas consumen muy pocas frutas y verduras, y los licuados verdes son una deliciosa manera de satisfacer esta necesidad.
…”Las personas que han adoptado los licuados verdes en su dieta confiesan tener muchos beneficios en su salud –apunta la autora-. Por ejemplo, una piel más suave, buena digestión, pérdida de peso y un mejor estado de ánimo. Quienes siguen una dieta de alimentos crudos, han recibido con entusiasmo esta inagotable fuente de nutrición para complementar su ya nutritiva dieta, pues a menudo encuentran en ella algún elemento falta que los ayuda a conseguir un excelente estado de salud y mucha vitalidad”.
Para la también bloguera, “¡Los licuados verdes no saben horrible! A pesar de que son verdes, su sabor es el de la fruta que se les haya puesto. Obviamente, si te excedes con las verduras, el licuado va a saber a verduras, pero en general éstas casi no le dejan sabor. Los licuados verdes de este libro son crudos y principalmente veganos, es decir, sin ingredientes cocidos, pasteurizados ni productos lácteos, que son la base de los licuados tradicionales. Esto significa que ninguna de las recetas contiene leche ni yogurt de vaca, cabra u oveja, ninguna leche pasteurizada, como las de soya, arroz o avena. Como alternativas al agua, sólo se incluyen leches vegetales no tratadas con calor, hechas de nueces crudas y otros tipos de semillas.
“Digo que son principalmente veganos, porque algunas de mis recetas contienen productos apícolas como polen y miel. Éstos son opcionales, por supuesto. En general, recomiendo usar una proporción de 40% de verduras y 60% de frutas. Los principiantes pueden comenzar con 10% de verduras e incrementarlas gradualmente. Si en algún momento crees que pusiste demasiadas verduras, prueba balancear el sabor con algún edulcorante, un poco de vainilla o algo de jugo de limón para compensar”.
¿Y cómo hacer un licuado verde? Lo más sencillo: “Todo lo que tienes que hacer es poner frutas y verduras picadas en una licuadora, agregar algún tipo de líquido (generalmente agua) y licuar durante uno o dos minutos. No importa en qué orden se agreguen los ingredientes (yo pongo el líquido y los sólidos al mismo tiempo). Si la receta es con agua, lo ideal es usar de manantial o filtrada. Algunas recetas requieren jugo, leche de nuez o té de hierbas. Siempre es necesario licuar los ingredientes muy bien para que las verduras se mezclen. Aquí una receta para dos porciones: tres o cuatro plátanos maduras, una cucharadita de extracto de vainilla, dos tazas de agua, y un puñado de espinacas frescas y limpias.
*Todas las recetas en “La biblia de los licuados verdes” son para hacer un litro de licuado, suficiente para llenar dos vasos grandes.
Por Roberto Rondero / Rondero’s Medios


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