Con Letra Grande

El principito: ¿una novela para niños o un decálogo político?

EL PRINCIPITO (1943), cumple en este mes 75 años de existencia literaria, publicado por varias editoriales y considerado como uno de los mejores libros de la Francia del siglo XX, una lectura educativa para los estudiantes de cualquier nivel escolar, necesaria para los amantes de las novelas y obligatoria para aquellos que quieren dedicarse a la política.

Como bien conoce la mayoría de las personas, EL PRINCIPITO narra las vivencias de un piloto que se estrella en el desierto y en esa situación conoce a un pequeño niño proveniente de un cuerpo celeste llamado B-612. Éste le platica al piloto sus experiencia al conocer a otras persona en diferentes planetas y cómo llega a la tierra. Es uno de los pocos cuentos que tiene una enseñanza para cada lector e inunda la imaginación con su filosofía de vida.

EL PRINCIPITO, representa la capacidad de asombro que tiene todo niño y cómo su manifestación se pierde en la vida adulta. La voluntad de imaginar es un recurso fundamental para cualquier persona, pues de ello dependerá su capacidad de percibir las virtudes de la vida que se le presenten. Todos tenemos la responsabilidad de cuidar nuestra propia flor.

El principito

El texto es fácil de entender en su contenido pero tiene varios puntos de apreciación, dependiendo de la edad y el quehacer de la vida cotidiana nos incita a cavilar sobre nuestra existencia y puede llegar a reavivar ese interés de recuperar ese brío de asombro y alegría ante lo esencial que escapa a la vista. Ver más allá de las preocupaciones personales y reconocer en los demás sus necesidades particulares engrandece a la persona; ése es el tema en particular de esta nota, concientizar al lector sobre los asuntos ajenos para buscar un bien general y no particular.

Enfocando estas líneas al título de la misma, todo político que busca representar a su partido en la silla presidencial mexicana, debería recordar a quienes debe servir con humildad y como procurar su bienestar.

Reconocer los alcances para forjar mejores condiciones sociales para todos es un acto de responsabilidad y de compromiso adquirido por un verdadero líder. No obstante, las limitaciones también deben reconocerse para no adquirir responsabilidades más allá de sus posibilidades.

El Principito Portada

La responsabilidad de la sociedad mexicana es educarse para tomar una mejor decisión antes de votar por sus necesidades inconscientemente, de lo contrario el resultado será el mismo acto irresponsable.

Todos aquellos que contienden por la presidencia de México, deberían leer EL PRINCIPITO antes de iniciar un debate para reconocer sus faltas y no  señalar los errores de sus contarios, así por lo menos entenderían un poco más sobre las necesidades del pueblo por encima de sus ansias de poder. La prudencia para opinar debería ser su primer pensamiento.

La novela francesa debería ser una manual de consejos políticos para aplicar antes de intentar competir por la presidencia.

El principito en Braille
Libro El Principito en braille

MÁS DATOS

      EL PRINCIPITO (Le Petit Prince), fue creado por el escritor y aviador militar de la Segunda Guerra Mundial, Antoine de Saint-Exupéry, nacido en Lyon, Francia (29 de junio de 1900 – 31 de julio de 1944). Por tener un accidente en Guatemala estuvo recuperándose en Nueva York, ahí empezó a escribir su célebre novela

     EL PRINCIPITO está dedicado a su amigo francés León Werth (1878 – 1955), novelista, crítico de arte y periodista.

    El libro más leído y traducido del idioma francés con 265 traducciones, 1,300 ediciones, millones de ejemplares vendidos, varias obras de teatro y filmes. Las numerosas traducciones le han dado diversas interpretaciones y por consecuencia un sinfín de enseñanzas.

   El aviador francés falleció en misión de guerra el 31 de julio de 1944, en el mar Mediterráneo, frente a las costas de Marsella. Se tienen dos teorías de su deceso: muerto en combate por un avión nazi o un desmayo por falta de oxígeno.

    Algunas de sus obras: El aviador (1926), Correo del Sur (1928), Vuelo nocturno (1931), Tierra de hombres (1939), Piloto de guerra (1942), Ciudadela (1948).

Antoine Saint-Exupéry

Por Saelim Fernando

TV&SHOW / RONDERO’S MEDIOS

3 comments on “El principito: ¿una novela para niños o un decálogo político?